«Cuando los conflictos se cierran con un pacto negociado es muy posible que las partes cumplan»

– ¿Qué implicaciones va a tener este cambio legal para los alaveses?

– En Prensa la gente probablemente haya oído que, dentro de la negociación de la aprobación de esta ley, se ha incluido a última hora la prórroga de la suspensión de los desahucios para familias en situación de vulnerabilidad. También hay una modificación importante en los tribunales, con una tendencia a la especialización. Pero nosotros nos centramos en los llamados MASC: Métodos Adecuados de Solución de Controversias. La ley los incorpora como métodos necesarios para proceder por parte de la ciudadanía antes de interponer una reclamación judicial. Por primera vez se incluye el proceso de derecho colaborativo, que es lo que celebramos desde nuestra asociación.

– Para los que no somos doctos en esta materia, ¿qué es el derecho colaborativo?

– Es un método en el que la ciudadanía puede solucionar su controversia sin necesidad de acudir a la vía judicial. Los letrados, junto a las partes, formarán un equipo que va a trabajar conjuntamente para intentar solucionar esa desavenencia mediante un acuerdo que satisfaga los intereses de las dos partes. Es decir, que no sea un tercero, un juez o una jueza, la que decida sobre la controversia. La resolución de un juzgado viene impuesta por un tercero y muchas veces no da una solución definitiva a la disparidad de criterios. En ocasiones incluso la incrementa, porque hay una parte que se siente perjudicada y que no va a querer cumplirla porque no la acepta, no la entiende. Si el pacto es negociado, es muy posible, y así nos lo está demostrando la experiencia, que ese acuerdo se cumpla.

– En el fondo la medida pretende aliviar la carga de los juzgados

– Hasta ahora se estaba estableciendo como único método de resolución la vía judicial. Nosotros tampoco la descartamos, porque muchas veces es posible que sea el método adecuado. Pero la sociedad necesita que haya otras posibilidades, que no me vea abocado a una vía judicial. Eso va a tener un doble efecto. Por un lado, la satisfacción de la ciudadanía, que se va a sentir más partícipe en la resolución de su propia controversia. Y por otra parte, el desahogo de la vía judicial, que de por sí está muy saturada. Es un avance para todos, pero el que más va a ganar es el ciudadano.

– Álava ya es un territorio con una litigiosidad más baja (103,9 asuntos por cada 1.000 habitantes) que la del resto de España (145,6).

– El partido judicial de Álava era uno de los que mejor funcionaba, pero ya se empieza a notar últimamente un colapso, una situación de demasiados asuntos para los medios con los que cuentan los juzgados. Es normal que la Administración entienda que hay que darle una solución y que existen otros métodos que pueden descongestionar los juzgados. El efecto me parece maravilloso. Además, quien vaya al derecho colaborativo siempre va a seguir teniendo la vía judicial para plantear sus pretensiones.

– ¿Con qué se están saturando los tribunales alaveses?

– Lamentablemente hay un crecimiento de los delitos que están generando el colapso de los juzgados de instrucción, que son los que reciben esas denuncias. En el servicio de guardia por parte de los letrados y letradas del Consejo de la Abogacía de Álava, se nota una incidencia mucho mayor de denuncias de siniestros. Además están cuestiones familiares como los divorcios, separaciones, medidas en relación a los menores... Y    luego están los desahucios, la situación de los gastos hipotecarios. En cada una de las jurisdicciones hay un incremento de los asuntos y eso está colapsando los juzgados porque no hay medios suficientes para atender a todos estos nuevos asuntos.

– Los letrados del turno de oficio ya tienen una plaza con su nombre, pero hemos vivido un año de movilizaciones en este colectivo. ¿Cómo están esos profesionales?

– Ahí estamos. Yo fui a la última concentración que hubo. Es una reivindicación que llevamos pidiendo desde hace tiempo. Es cierto que podemos estar en una situación mejor que otras comunidades autónomas. Pero eso no quita para que nos tengamos que movilizar y reclamar unas mejores condiciones, no solo económicas, sino también de seguridad, en nuestro trabajo: horarios, tiempos... Hay una serie de reivindicaciones que queremos trasladar al Gobierno vasco. Con mejores condiciones de las letradas y los letrados también va a haber un mejor servicio para la ciudadanía.