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Los 20 trabajadores de la empresa Ghailan soltaron sus herramientas el pasado día 17 y no han vuelto a la obra que la firma desarrolla en el cuartel de la Guardia Civil de Sansomendi. No volverán al tajo hasta que Extraco S. A., adjudicataria de ... la reforma del recinto, «nos pague los 65.000 euros que nos deben desde hace meses», confirma Miguel Ángel Medrano, representante de los empleados y de la subcontrata. Si no los reciben, además de acudir a los tribunales, el martes próximo comenzarán a concentrarse y harán oficial su huelga. Este conflicto laboral amenaza con retrasar la remodelación del cuartel, adjudicada por 5,3 millones.
La obra contempla un nuevo edificio de intervención de armas, dependencias administrativas, archivo y depósito, así como la reforma y ampliación de los vestuarios y las áreas administrativa y sanitaria. Con un plazo de ejecución de 13 meses, la intervención incluye la rehabilitación de las tres torres de viviendas a las que se incorporará un sistema de aislamiento térmico. También se sustituirá la carpintería y vidriería .
En encargos de esta envergadura, la firma que se hace con la licitación subcontrata la mayoría de los trabajadores. El aislamiento fue encargado a Ghailan. «Llevamos realizado ya el 60% de las obras y Extraco solo nos han hecho un pago. Nos adeuda facturas por 40.000 euros y un pagaré de 25.000 euros», cuenta Medrano. El montante es de tal entidad «que no podemos seguir. Somos una empresa pequeña yl as cuentas no nos dan. Están poniendo en peligro las nóminas de los trabajadores y la propia empresa», asegura.
ELCORREOse ha puesto en contacto con Extraco pero tanto la central, situada en Ourense, como el jefe de obra han declinado hacer declaraciones. Desde Ghailan esgrimen una serie de mensajes de WhatsApp, e-mails, contratos y facturas y aseguran que «solo nos dan largas. Nos dicen que pagan tal día y no lo hacen; luego que falta documentación pero cuando se la damos tampoco abonan el importe».
Desde la Subdelegación del Gobierno en Álava lamentan la situación que «afecta a las obras» y advierten que se trata de «un problema exclusivamente laboral con el que ni la Guardia Civil ni a esta Subdelegación están relacionados». Otras fuentes oficiales consultadas por este periódico apuntan a que la firma vizcaína está inmersa también en una inspección laboral por «varias irregularidades con los permisos de trabajo de su equipo».
Miguel Ángel Medrano desmiente este extremo. «No tenemos constancia alguna ni de denuncias en otros trabajos ni es este», asegura antes de argumentar que «mandamos la documentación de todo el equipo a Extraco y todos los días ellos se identifican para poder acceder al cuartel, ¿alguien se cree que en un recinto así se podría colar una persona sin permiso de trabajo o con uno falso?». En todo caso, «si así fuera no creo que sea disculpa para no pagarnos. Si hacemos algo ilegal que nos multen, pero no pueden no abonar las facturas de un trabajo hecho», concluye.
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