Una sanitaria con su equipo de protección individual. i. Arizmendi

Confinan a 18 mayores en la residencia San Prudencio por un trabajador que no había sido vacunado

Los geriátricos suman 19 días sin positivos, pero siguen en guardia por la falta de previsión en la inmunización de nuevos internos y eventuales

Miércoles, 31 de marzo 2021, 00:22

Vuelta al confinamiento de varios días para tratar de evitar un brote en una residencia de Álava. 18 mayores del geriátrico municipal de San Prudencio permanecerán en aislamiento preventivo hasta el 8 de abril después de que una trabajadora eventual que accedió para cubrir una ... baja diese positivo. La empleada, según fuentes consultadas por EL CORREO, no había sido vacunada con carácter previo a su incorporación en el centro de la calle Francia, aunque sí que se había sometido a una PCR que había resultado negativa. Un segundo test que se le realizó cuando llevaba unos «pocos días» trabajando en San Prudencio y presentaba síntomas descubrió que era portadora del SARS-CoV-2.

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Tras confirmarse este caso, se realizó un cribado entre sus contactos más estrechos dentro de la plantilla. Ninguno ha dado positivo. En el caso de los mayores se ha decretado su aislamiento, si bien 17 de los 18 están vacunados contra el Covid. «¿Cómo es posible que a estas alturas de la pandemia se permita contratar a gente sin vacunar para tratar a nuestros familiares?», cuestionan los allegados de las personas que permanecerán casi dos semanas sin contacto con el exterior. «¿Catorce días con dos PCR negativas? Esto es tan incomprensible como inhumano. De nuevo, las personas más vulnerables pagando los platos rotos», denuncian en una carta a la que ha tenido acceso este periódico y en la que exigen una revisión de los protocolos de aislamiento y contratación.

«¿Catorce días con dos PCR negativas? Es tan incomprensible como inhumano», denuncian las familias

La campaña

Las actuales pautas de Osakidetza marcan que cuando se vaya a incorporar a un nuevo residente o un trabajador eventual se debe comunicar a la OSI Araba, que programará su inmunización. En el caso de los internos resulta sencillo, ya que se puede retrasar su ingreso. La gran complicación se observa con los trabajadores sociosanitarios, ya que muchas veces se les reclama con un margen de pocas horas, lo que les obliga a empezar a trabajar sin recibir la inyección. «Se les va vacunando según se les contrata», explican fuentes conocedoras del protocolo.

Por situaciones de este tipo, las diputaciones no habían eliminado sus estrictos protocolos de visitas, salidas y normas de seguridad. La lógica marca que ese peligro se reducirá a medida que se la campaña de vacunación se extiende entre los distintos sectores de la sociedad -rumbo a la inmunidad de rebaño- y en el caso de los eventuales cuando acceden para sustituir a otros compañeros. De momento, las residencias suman 19 días sin contagios entre sus usuarios.

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