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Cansancio, sensación de llegar por los pelos a las tareas diarias, incapacidad para controlar el enojo por una llamada que te recarga de trabajo. En Japón hace años que saben lo que significa el estrés laboral de su población y, para neutralizarlo, la Agencia Forestal ... de Japón ideó en los años ochenta los baños de bosque (shinrin-yoku), una práctica que consiste en pasear por una zona boscosa de forma meditativa. En los últimos años esta práctica de bienestar se ha expandido y cada vez llega a más países. «Impulsa la conexión con la naturaleza y uno mismo a través de los sentidos», señalan desde Fundación Vital que, tras el éxito del programa del pasado otoño, repite este año organizando cuatro salidas en Vitoria para quien quiera iniciarse y probar esta técnica.
Las salidas puntuales para probar la experiencia (27 de marzo, 3 de abril, 15 de mayo y 12 de junio, en horario de 10.00 a 12.30 horas) recorrerán la zona boscosa de Armentia y Zabalgana. El precio por sesión es de 10 euros. Por su parte, este año se ha impulsado la creación de dos grupos estables que incluyen seis sesiones entre abril y junio, a un precio de 45 euros. Ésta transcurre por diferentes áreas del Anillo Verde. «Seguimos manteniendo nuestro compromiso por llevar a cabo actividades de acuerdo con los objetivos de desarrollo sostenible», comentó Axier Urresti, director ejecutivo de la Fundación Vital acerca de un programa que remarca el «respeto y cuidado del patrimonio», así como los «efectos positivos» de un paseo por la naturaleza.
Con elementos en común con el 'mindfulness', esta actividad cuenta con una guía. La labor de la monitora es «invitar» a los participantes a poner la atención en el olor, por ejemplo. «Y es muy importante el silencio», resaltó Laura Hernández, coordinadora de la actividad en la que se prescinde de los móviles. «Todos la podemos hacer. Es darnos permiso para conectar, escuchar, sentir y notar lo que tenemos alrededor». Además, por primera vez, la Fundación Vital adapta esta experiencia para promover la participación de un grupo de personas afiliadas a la ONCE.
Uno de los que disfrutará de la actividad es Felipe Cámara, que perdió hace seis años la visión tras un infarto. Su recuperación ha estado conectada a la naturaleza de «manera indirecta o directa», contó en la presentación de esta edición de 'Baños de bosque'. «Hacer salidas en las que la gente pueda ver la vida de otra manera y tirar para adelante nos viene muy bien», afirma. De cara a próximas ediciones, Urresti anunció que trabajarán con otros colectivos para facilitar que la «reconexión con la naturaleza» llegue a todos los alaveses. El plazo de inscripción está abierto en la web www.fundacionvital.eus. Doce es el número máximo de participantes por salida.
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