Las comunidades energéticas ya abastecen a 500 hogares en Álava y se triplicarán en verano

Ese crecimiento va a ser todavía mayor en número de hogares. De los 493 contadores que consumen ya su electricidad directamente del sol Álava van a pasar a 1.598 cuando se complete la instalación de las placas en las cooperativas energéticas que ya están en tramitación. De esas 24, doce, la mitad, no es que estén inmersas en el papeleo; es que ya están colocando los paneles para producir energía. Así sucede en puntos como Legutio o Gopegi.

En Zalduondo puede ser cuestión de días que se empiece a usar la energía solar. Aunque Egoitz Iradier, uno de los ingenieros que ha impulsado el proyecto, duda porque «estando Iberdrola de por medio nunca se sabe». Esperan una respuesta de la comercializadora para hacer realidad el proyecto. De por medio, «casi tres años» de tramitación que «se cuentan en un momento», pero han supuesto un esfuerzo muy importante para las personas detrás de los 27 contadores –algunos del propio Ayuntamiento– que se beneficiarán de la energía 'green' de las placas. Matiza Iradier que la iniciativa «no es cerrada, está abierta a que se incorporen más vecinos».

A esos 45 proyectos se sumarán más adelante otras once comunidades energéticas que ya están constituidas como tal en Álava pero en una fase aún muy temprana. Proporcionarían energía a otras 223 viviendas en puntos como Villafranca, Argandoña o Ariñez.

El presidente de la Red de Comunidades Energéticas es Rafa Larreina. Sostiene que la inmensa mayoría de esos 24 proyectos se pondrán en marcha «en meses». Augura que «muchas estarán listas antes del verano». Álava es la provincia española junto a Navarra que más comunidades energéticas de ámbito local alberga dentro de la red que lidera Larreina. «Las juntas administrativas y los vecinos son los grupos que habitualmente hacen de motor de esos proyectos y enganchan a posibles interesados», asegura.

En un momento en el que los precios de la luz parecen estabilizarse y hay analistas que pronostican un 'crack' de las fotovoltaicas, Larreina descarta que esto afecte a sus 'minihuertos' solares. «A ver, quizá el ahorro es menor, pero vas a seguir ahorrando. La clave de las comunidades energéticas es salir de la lógica del mercado, del juego de las grandes empresas. Tu seguridad es que siempre vas a ahorrar, porque el coste de tus kilovatios siempre va a ser inferior al que te puedan ofrecer las comercializadoras», explica. Ahora mismo los principales problemas de las comunidades energéticas para echar a andar son tres: «encontrar el sitio, hacer el cambio a autoconsumo con las comercializadoras y conseguir los permisos para conectarse».

Por partes. Para conectar las placas hace falta el visto bueno de Red Eléctrica. Ese proceso, según Larreina, puede durar «desde tres meses hasta un año y medio», aunque los plazos «se están acortando». Antes, sin embargo, hay que encontrar dónde instalar los paneles para obtener energía del sol. Y en Vitoria la alternativa fácil de colocar las placas en los tejados de instituciones públicas puede complicarse, ya que el plan del Ayuntamiento es colocar instalaciones de autoconsumo en las cubiertas de buena parte de sus edificios públicos para lograr sus propios objetivos de ahorro energético. Eso «puede ser un problema» según Larreina, aunque en este capítulo se pueden plantear alternativas.

Opciones como la colaboración con colegios o con empresas –que es lo que se estudia en la segunda comunidad de Salburua– surgen como alternativas «interesantes para explorar», apunta el presidente de la red de cooperativas energéticas. «En los colegios, además, los fines de semana el consumo es casi nulo. Y sin embargo, es entonces cuando más energía se consume en las casas».

Sobre las comercializadoras de luz, Larreina recalca que siguen poniendo reparos a quienes se pasan al autoconsumo. «Tenemos el caso de un particular al que le han puesto pegas durante más de un año». Pide mayor celeridad a las grandes empresas para que el despliegue de las comunidades sea más rápido.

En paralelo a estos proyectos están las plataformas impulsadas por el EVE y Krean para constituir ekiolas de un tamaño mucho mayor. En Álava, están planificados un total de siete proyectos. De ellos, el más avanzado es el de Montaña Alavesa. Dos iniciativas (Llanada y Gorbeialdea) tienen ya los permisos para empezar a construir sus huertos solares y cuatro más tienen decidido dónde se colocarán las placas y están fase de preinscripción de interesados. La ekiola de Gasteziko Landa, la más reciente, aún no ha decidido dónde instalará los paneles fotovoltaicos.