

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Vitoria deja atrás el Ramadán. Después de treinta días de ayuno, la comunidad musulmana ha puesto fin a uno de los meses más importantes ... de su religión con una oración conjunta en el parking del Buesa Arena. Como es costumbre, los fieles seguidores de Alá en la capital alavesa se han juntado para celebrar el 'Eid al Fitr' en este punto, dirigidos por sus imanes. La inmensa mayoría de las mezquitas de la ciudad opta por juntarse para celebrar esta festividad, aunque todavía alguna reza por su cuenta en sus lugares habituales de culto.
El cambio de hora ha hecho que se pudiese dormir algo menos en esta cita señalada en el calendario musulmán. Aun así, antes de las 9.00 horas ya eran muchos los musulmanes que invocaban el 'Alá es grande' mirando a La Meca. Los rezos, que se han extendido hasta más allá de las 10.15 horas, han incluido este año una versión reducida del sermón en castellano «para los hermanos que no entienden el árabe». El rezo, como es costumbre, se ha realizado de forma segregada: los hombres en un perímetro y las mujeres en otro.
Ver 16 fotos
Dentro, el rito habitual: la 'sajadah' (alfombra de rezo), mucho recogimiento y las invocaciones a Alá. Algunos, más allá de la chilaba, con símbolos de Palestina. Tras los rezos, el sermón del imán, que ha señalado en árabe que el de hoy era «un día de alegría».
Yassin y Oussama, de 31 y 22 años, explicaban a este periódico el sentido de esta festividad. «Es un día de fiesta, para estar con los amigos, es una jornada muy especial. Termina un mes que, sobre todo, es para pedirle a Alá», señalaba el segundo. Yassin añade que lo habitual entre la comunidad musulmana, tras los rezos, es «marcharse a desayunar, felicitar las fiesta a los conocidos y encontrarse con la familia».
En una línea similar se pronunciaba Omar, que había venido con sus hijos y sobrinos: Aimar, Ismail, Romaisa y Elisa, de ocho, doce, once y diecinueve años respectivamente. «Venir aquí es una tradición cuando acaba el Ramadán». La familia explica que es un mes, sobre todo, «de agradecimiento y de practicar la caridad con los demás». ¿Es un problema el madrugón? «Madrugamos todos los días», replica Elisa.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La NASA premia a una cántabra por su espectacular fotografía de la Luna
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.