La medida busca acabar con el tráfico de paso en el Casco Viejo y parte del Ensanche. Jesús Andrade

La compra de las cámaras para restringir el tráfico del centro se reactiva

El proceso se ha suspendido en dos ocasiones por dudas de los aspirantes y «errores técnicos»

Martes, 30 de julio 2024, 00:21

La contratación de cámaras de vigilancia para restringir el tráfico de paso en el Casco Viejo y el Ensanche se retomará hoy. El proceso, que ha tenido que suspenderse en dos ocasiones a petición de los aspirantes por las dudas que les provocaba y por « ... errores técnicos», se reiniciará en la mesa de contratación. Sin embargo, la adquisición de estos dispositivos con lectores de matrícula, dotada de un presupuesto de 676.033,05 euros, IVA incluido, no será inmediata, ya que deberán analizarse las diferentes propuestas de las empresas antes de adjudicar el contrato.

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Se trata de un paso clave para la implantación de la futura Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en el Casco Viejo y parte del Ensanche, prevista ahora para comienzos de 2025. En paralelo, el departamento de Tráfico que encabeza el concejal Iñaki Gurtubai (PNV) deberá crear el texto definitivo que recogerá las diferentes excepciones para vecinos, servicios, gremios y carga y descarga. No obstante, cabe recordar que el principal filtro se realizará a través de un registro donde deberán darse de alta los vecinos.

Las matrículas se introducirán en una base de datos para que las cámaras notifiquen las entradas de vehículos no autorizados. En caso de que un coche que no está dado de alta en el sistema ingrese en una de las calles de la Zona de Bajas Emisiones, la notificación y la tramitación de la multa serán automáticas.

La medida, obligatoria para municipios de más de 50.000 habitantes, tendrá dos fases más en Vitoria. El siguiente paso, probablemente el más exigente, será la utilización de los distintivos ambientales de la DGT en 2027 para endurecer los accesos, la creación de una OTA ambiental y la ampliación del perímetro de la ZBE. Tres años después, se estudiarán medidas «más restrictivas» en base a esas categorías y la ampliación de la propia OTA ambiental, que plantea reducciones de precio para los coches menos contaminantes.

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