Los comparseros de San Prudencio, durante un ensayo Blanca Castillo
La cuenta atrás del Carnaval

La comparsa de San Prudencio se prepara para su estreno

Este colegio será una de las novedades en el desfile de este año y EL CORREO relata desde su nacimiento hasta los ensayos finales

Borja Mallo

Lunes, 3 de febrero 2025, 00:14

Leire Mendaza y Ricardo Gil estaban una tarde de hace dos veranos en Mendizorroza cuando el segundo lanzó al aire una de esas ideas que en un primer momento parecen locuras o bromas, pero que se acaban convirtiendo en realidad cuando alguien recoge el guante. «¿ ... Por qué no montamos una comparsa de Carnaval?». La respuesta afirmativa de su amiga dio paso a un frenético proceso que culminará el fin de semana del 1 y 2 de marzo, cuando estrenen por las calles de Vitoria el proyecto que han desarrollado junto a un nutrido grupo de familias de su colegio, SanPrudencio. Un total de 238 personas representarán al centro en un desfile en el que debutan este año junto a otras tres nuevas comparsas.

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«Yo creo que nos había dado una insolación...». Pero, lejos de que las palabras se las llevase el viento, pronto se pusieron manos a la obra. El primero en enterarse de su «locura» fue un buen amigo, David Jáspez, que también se sumó al plan. Este pequeño núcleo compone el germen de todo lo que ha venido después.

Trasladaron el proyecto al colegio, que realizó una encuesta a las familias para determinar si existía interés. «La respuesta fue espectacular. Se apuntaron más de 500 personas y había casi 100 dispuestas a ayudar». Cifras que les sirvieron de estímulo para seguir hacia adelante. «No éramos cuatro locos que nos lo íbamos a comer todo, sino que había mucha gente dispuesta a colaborar. Si hubiese salido otra cosa ahí se habría quedado, porque hacer todo entre tres...».

«Se apuntaron más de 500 personas y había casi 100 dispuestas a ayudar; no éramos cuatro locos que nos lo íbamos a comer todo»

Y es que cuesta mucho poner en marcha una comparsa desde cero. «No teníamos ni dinero para empezar y hubo que crear una asociación que nos ampare porque el colegio no tiene AMPA».

El trabajo previo para poder tener trajes y carroza es «artesanal y cooperativo», pues todas las labores, desde la carpintería a la búsqueda de publicidad, pasando por la elección de disfraces o las coreografías, han recaído en padres y madres del centro. «Lo bonito es ver cómo nos lo guisamos y nos lo comemos todo de cero, hecho por nosotros. La mano de obra son todo aitas y amas, es un proyecto cooperativo 100%, sin nada externo», recalcan.

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Un año complicado

A modo de aprendizaje, Leire, Ricardo y David y sus familias salieron el año pasado en una comparsa para vivir la fiesta desde dentro y «fijarse en los detalles». Lo que no esperaban era encontrarse con el año más complicado organizativamente para encarar el Carnaval por las limitaciones en la participación que se iban a fijar desde el Ayuntamiento. Una situación de incertidumbre durante meses que a punto estuvo de hacerles tirar la toalla.

«La mano de obra son todo aitas y amas del colegio, es un proyecto cooperativo 100%, sin nada externo»

«En julio del año pasado, cuando se hablaba de que iban a limitar las comparsas, la gente que podía salir, que igual no había pabellón... Así no podíamos salir. Lanzamos un comunicado detallando la situación y nos marcamos como plazo la vuelta de las vacaciones para decidir», explican.

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«Era el mejor momento para bajarse del carro porque teníamos excusa... Pero desde el colegio nos dijeron que no podíamos tirar por la borda todo el trabajo hecho; y nuestros hijos, igual. Al final nos pusimos una venda en los ojos y tiramos para adelante». Y así empezaron a darse los pasos para que aquel sueño de una tarde de verano se convirtiese en realidad.

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