Colocan barreras olfativas para los corzos en el río Alegría tras resultar «inservibles» las rampas

Se sitúan además justo enfrente de las nuevas rampas salideras. «En el hipotético caso de que los animales atrapados fueran a utilizar la rampa y estos aparatos tuvieran el alcance suficiente, justo se ha colocado un repelente al lado de una rampa. Que alguien me lo explique», lamenta una vecina de Argómaniz.

Residentes en la zona y grupos ecologistas llevaban meses reclamando medidas para acabar con el problema de los corzos que caen al agua (60 en una década). Sin embargo, la primera de las soluciones, las rampas –que tienen un coste de 6.000 euros cada una de ellas–, han resultado «totalmente inservibles». Solo unos días después de ponerlas un corzo se precipitó al río y no utilizó ninguna de las dos estructuras. Los bomberos tuvieron que desplazarse al canal y con la ayuda de unas mantas lograron rescatar al animal con vida. «Es una pena que las soluciones que estén dando sean tan poco eficaces. Tenemos la sensación de que se están riendo de nosotros», confiesan los vecinos.

Si estos dos remedios resultan finalmente insuficientes, Amvisa valorará en un futuro la posibilidad de adecuar los pasos elevados actuales y también de colocar una malla que evite los accidentes.