Los colegios vitorianos superan las primeras semanas de curso sin apenas contagios

«El curso ha empezado con total normalidad, no hemos tenido ningún positivo ni confinamientos por contacto estrecho», explica Ana Cordero, directora del colegio Paula Montal Escolapias. «Los alumnos siguen respetando las normas y nosotros les recordamos que si este año quieren hacer salidas y excursiones tienen que ser responsables, si ellos se protegen también protegen al grupo», agrega. Los primeros días de regreso a las aulas, trabajar el ámbito emocional fue clave en este centro del barrio de Sansomendi. «Detectamos muchas carencias entre los alumnos pero también se generó una sintonía positiva y nos dimos ánimos entre todos».

El covid tampoco ha traspasado por el momento las puertas del colegio Samaniego. «Las familias están muy muy concienciadas. Si el niño tiene un mínimo catarro no lo traen a clase», desliza su directora, Cristina Arguijo. En el caso del alumnado, subraya su capacidad de resilencia «de la que todos deberíamos aprender». Y aunque los estudiantes estén «agotados» de esta situación siguen realizando cada día un ejercicio de responsabilidad colectiva. El regreso de las extraescolares es uno de los avances más importantes que introduce el protocolo y un acercamiento a la vieja normalidad que ilusiona a los más pequeños. «Es importante recuperar esas actividades. En grupos burbuja y con todas las medidas del mundo, pero merece la pena», reflexiona Arguijo.

El inicio de las competiciones en el deporte escolar sí que es algo que preocupa ya que la normativa es diferente a las aulas y los grupos burbuja se romperán en los partidos. «Es algo que nos inquieta, porque en el colegio de momento no hemos tenido ningún contagio», señala Ziortza Gil, directora de la ikastola Olabide. En el centro ubicado en Lasarte fueron de los primeros en volver a dejar jugar con balones y materiales compartidos en el recreo ya que el protocolo actual así lo permite. Pero la cautela extrema sigue reinando en el día a día. «Nosotros estamos súper alerta y los alumnos no se han relajado. El año pasado teníamos que estar más encima, pero este curso se lo saben todo», comparte Gil, que les pone una nota de «20 sobre 10» en lo que ha transcurrido de curso todavía pandémico.

En Marianistas se ha producido un único contagio en Primaria que no se reprodujo. Notan, eso sí, «la influencia del entorno social en los niños» y que si el uso de la mascarilla se relaja en la calle, a ellos también les cuesta más utilizarla en clase. La misma sensación tiene Aitor Pérez de San Román, director de Urkide. «Vienen con la lección aprendida pero un poco más relajados que el curso pasado, hay que estar más encima», asegura después de que se registraran tres positivos en Primaria en el centro.

Ganas de extraescolares

Desde el colegio Santa María, su directora Arantza López de Luzuriaga traslada que tanto profesores como familias encaran este curso con mayor tranquilidad al estar vacunados. «A los que más les cuesta la mascarilla es a los de primero de Primaria por el cambio». Y subraya las ganas de realizar extraescolares que tiene el alumnado, al igual que ocurre en San Viator. «Hemos organizado muchas actividades y los alumnos tienen una actitud excelente», asegura desde San Viator la directora Miriam Zuazola. En Nclic los niños de Infantil también llevan mascarilla aunque no sea obligatoria y valoran positivamente su «gran responsabilidad». No han registrado ningún caso.