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El comienzo de curso ha estado acompañado de una desagradable sorpresa para los alumnos y familias del CEIP Salburua. Durante los meses de verano en los que el centro ha permanecido cerrado las palomas han anidado en el polideportivo provocando una situación de insalubridad que ... se mantiene una vez iniciadas las clases. El frontón ha tenido que ser clausurado debido a las heces y suciedad que están provocando las aves y que impide el desarrollo normal de las actividades. Se precintó durante cuatro días a comienzos de septiembre y tras reabrirse se ha tenido que volver a cerrar desde este lunes ya que la situación va a peor.
Este problema, con el que llevan años lidiando en otros colegios como Ángel Ganivet o Lakuabizkarra, se ha trasladado ahora a uno de los barrios nuevos de Vitoria generando indignación entre las familias. Los cerca de 700 alumnos del CEIP Salburua, desde los 2 años hasta 6º de Educación Primaria, no pueden utilizar las instalaciones debido a la presencia de plumas y excrementos. «Es una situación insufrible por el olor y por la suciedad, pero también por un tema de salud. Ahí no puede estar nadie porque literalmente te cagan encima», denuncian desde la dirección del centro. Esta situación está afectando a las clases de Educación Física pero también al juego libre de los menores y a las actividades extraescolares. Además el espacio ahora cerrado es muy utilizado habitualmente por los pequeños que cada día se quedan al comedor.
«El polideportivo está ahora mismo inaccesible por una plaga de palomas. Llueven heces», denuncian las familias, que reclaman una solución al Ayuntamiento, responsable del mantenimiento de los centros públicos. Fuentes del Departamento de Salud Pública del Consistorio confirman que los operarios de mantenimiento han realizado «dos limpiezas especiales» desde que se iniciara el curso escolar. Sin embargo, estas actuaciones puntuales no son suficientes ya que las aves vuelven pronto a instalarse en el techo del frontón. «Ante la persistencia de la situación se ha notificado al Servicio de Salud, que realizará una inspección», añaden las mismas fuentes.
Desde el colegio consideran que una solución podría ser cerrar por completo el polideportivo, que ahora mismo es semiabierto. De esta manera las palomas no podrían acceder al tejado y además tendría otras ventajas como evitar que se cuele hojarasca y suciedad o reducir el frío durante las clases y partidos. Pero esta opción que ya han planteado se ha desestimado. «La única solución que nos han dado por el momento es esperar. Y así no podemos estar, pronto va a llegar el frío y la lluvia y entonces ¿dónde vamos a meter a los alumnos? ¿van a tener que quedarse durante el recreo en los pasillos?», se cuestionan desde dirección.
Esta problemática es recurrente en centros como Ángel Ganivet, donde el curso pasado tuvieron que cerrar de manera puntual el comedor por presencia de nidos, y en Lakuabizkarra, donde el Ayuntamiento colocó jaulas de captura selectiva. También en Ibaiondo y en Ramón Bajo se utilizó el mismo método hace unos años.
En 2023 se realizó una prueba piloto para esterilizar estas aves en Vitoria, sin embargo, fracasó ya que otras especies también comían del pienso colocado en diferentes puntos de la ciudad.
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