La Diputación de Álava renunció hace un mes a pujar por un ejemplar de la Biblia de Quejana en la sala de subastas Christie's de Londres. Justificaron que «no se elaboró» en el conjunto monumental y, además, disponían de unos pergaminos muy similares que ... hasta la fecha no se habían desvelado, pero también apuntaron a su precio de salida. Pues ese rechazo público del Departamento de Cultura que dirige Ana del Val abrió la puerta para que un «coleccionista bilbaíno» presentase una oferta de 33.425 euros que salió ganadora al no existir competencia alguna. La librería-anticuario Astarloa, también situada en la capital vizcaína, «inició los trámites» para hacerse con este documento del siglo XIII, pero finalmente renunció para no suponer un obstáculo para este anónimo filántropo.
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La propia librería Astarloa ha sido quien ha desvelado todos estos detalles a sus clientes y es que durante «unas semanas» expondrán la Biblia manuscrita en su establecimiento situado en el centro de Bilbao. Allí se podrán apreciar sus 68 hojas escritas en dos columnas de 33 líneas y cinco «espectaculares» capitulares en las que se representan distintas escenas de los relatos sagrados.
«Nos apartamos de la puja porque para nosotros una de las prioridades era traer de vuelta al País Vasco esta pieza teniendo en cuenta su importancia para el enriquecimiento de nuestro patrimonio bibliográfico», justifican los responsables de Astarloa. «Es una pena que estas piezas terminen en el extranjero. Ahí tenemos el triste ejemplo del retablo de Quejana, unas espectaculares tablas góticas que fueron vendidas por las monjas dominicas a principios del siglo XX y que hoy se conservan en el Museo de Chicago», subrayan.
Si bien el Departamento alavés de Cultura alegó que una de las principales razones para no pujar en Christie's era que la Biblia no fue escrita en Quejana, los responsables de Astarloa alegan que eso «no se sabe» y que, por ejemplo, los sepulcros del Canciller Ayala y su esposa, doña Leonor, fueron tallados en Toledo y eso no les quita valor como parte del conjunto monumental. «Muchas piezas históricas no siempre se produjeron en el lugar para el que se pensaron», alegan los dueños de la librería.
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Es cierto que la Diputación dispone de unos pergaminos muy similares que recientemente le entregó la junta administrativa de Quejana y que ahora mismo están siendo analizados en el archivo foral, situado en el paseo de la Zumaquera.
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