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La entrega de la Medalla de Álava sirvió ayer para testar la vida social en la 'era Covid'. El acto celebrado en el centro-museo Artium fue el primero en reunir a la sociedad local en esta pandemia que obliga a los invitados a saludarse ... a codazos. Así lo hizo el diputado general, Ramiro González, con los homenajeados, Armando Llanos, y Rafael Varón, presidente del Instituto Alavés de Arqueología, o con los miembros de su equipo en una foto de familia al son de 'Lau teilatu'.
El baile corrió a cargo de Algara pero, condicionado por las circunstancias, tomó forma de vídeo con los dantzaris por diferentes estancias del Palacio foral. Casi un centenar de invitados siguieron sus pasos desde sus asientos numerados y separados. Entre ellos estaban los consejeros Beatriz Artolazabal y Bingen Zupiria, las concejalas Ana Oregi y Estíbaliz Canto, el presidente de las Juntas Generales, Pedro Elosegi, o los procuradores Izaskun Moyua (PNV) a Kike Fernández de Pinedo (EH Bildu), Jon Nogales (PSE), Ana Morales (PP) y Arantxa Abecia (Podemos).
Tampoco faltaron Beatriz Herráez, directora del Artium, Carlos Zapatero, subdelegado del Gobierno, Goyo Rojo, presidente de la Cámara de Comercio, Zuriñe Ortiz de Latierro, directora de EL CORREO en Álava, Juan Carlos García, al frente de Ajebask o el catedrático de Arqueología Agustín Azkarate.
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