OJO CLÍNICO

La mirada omnímoda suena a otra obra literaria mayor, la del Gran Hermano que protagoniza '1984' de Orwell. Aquel maleaba de manera perversa y desde el control absoluto las vidas humanas, pero aquí hablamos del mantenimiento de una buena salud ocular en una población envejecida por el efecto de la pirámide demográfica invertida. Más intervenciones quirúrgicas que nunca, incrementos del 20% en las consultas desde hace un lustro… Lo que pueden encerrar de contradicciones las palabras. Oye uno 'cataratas' y se imagina la bravura bella del agua en los saltos inmensos de Iguazú o Niágara. Y, sin embargo, para otra gente significa una cortina visual nada agradable. O escucha el término 'desprendimiento' y tal vez piense en clave de generosidad mientras los pacientes van con cuidado de no perder la retina.

Sólo una objeción ya que aludimos al lenguaje. El jefe de Oftalmología habla de cambio «brutal» cuando enumera los avances de su departamento y piensa uno que ese término posee las connotaciones negativas de una paliza. Ocurre a menudo con contrasentidos más flagrantes todavía. Como cuando oímos que tal paciente «sufre una mejoría» y la verdad es que nos alegramos por él en lugar de compadecerlo. Y es que la letra por la vista (bien regulada) entra.