Las clases de Educación Básica tendrán más euskera, feminismo y medio ambiente

En el texto de introducción a la reforma educativa, el Gobierno vasco ya describe algunas líneas maestras. Uno de los aspectos que antes aparece en el borrador de decreto es la necesidad de «prestar especial atención al bienestar emocional de niños, niñas y jóvenes». De manera específica se deben identificar «aquellas situaciones de malestar que se producen cuando se sufre algún tipo de violencia, en especial aquellas vinculadas a la violencia machista, LGTBIfóbica y o racista». En otro punto del texto se aboga por «reducir» el número de profesores que den clase a los estudiantes para favorecer la confianza entre los alumnos y docentes.

La decisión de repetir curso «se considerará una medida de carácter excepcional». Para evitarlo se ofrecerá a los alumnos rezagados «medidas ordinarias de refuerzo». Además, «la permanencia de un año más podrá aplicarse una sola vez en el mismo curso y dos veces como máximo» en toda la Educación Básica, que abarca desde Primaria a cuarto de la ESO. Estos límites para repetir curso tienen una excepción: «un alumno podrá repetir dos veces cuarto curso de ESO si no ha repetido en cursos anteriores» y «siempre que el equipo docente considere que esta medida favorece la adquisición de las competencias clave establecidas para la etapa». El documento también reconoce la posibilidad de obtener el título de Graduado de Secundaria para aquellos alumnos que «no hayan alcanzado el nivel de desarrollo adecuado».

El borrador del curriculum para Lengua y Literatura vasca y castellana subraya la necesidad de aprender los dos idiomas tanto escritos como hablados, aunque apunta que una de las competencias específicas con la que debe acabar el alumno será «promover el uso habitual del euskara». Añade que los alumnos deben saber cómo distinguir entre informaciones «veraces» y las 'fake news'. El documento habla de una ética de la comunicación que permita a los escolares «identificar y rechazar los abusos de poder a través de la palabra». Y «fomentar la igualdad y conductas no sexistas».

Es una de las cuestiones que impregna la mayoría de los currículos. Así, en Literatura se plantea que se deberá «prestar una atención específica al reconocimiento de las mujeres escritoras». En Historia, hay un apartado especial para que los alumnos aprendan «la conquista de los derechos civiles y políticos por parte de las mujeres y la lucha por la igualdad real de hombres y mujeres». Además, se dará a conocer la vida de «mujeres relevantes de la Historia Contemporánea».

Es otro de los conceptos que impregna los diferentes borradores. La idea que se repite es la necesidad de crear en los alumnos una «conciencia» medioambiental de «respeto» al entorno. Porque, sostiene Educación, para conocer la sociedad que uno habita los estudiantes deben respetar la naturaleza que les rodea.

La asignatura de Historia, sobre todo en Secundaria, incluye conocer el origen del nacionalismo, del autogobierno, del sistema foral y de los Estatutos de 1936 y 1979. También habla de la formación del Reino de Pamplona, de la «conquista del Reino de Navarra» y de la «integración de los territorios históricos en la corona de Castilla». En el borrador no se incluyen referencias a ETA -incluso ha desaparecido la alusión al terrorismo en la asignatura de Valores- porque esta materia se aborda en Bachiller.