La cita previa se flexibiliza de forma dispar en las administraciones en Álava

El departamento vasco de Gobernanza Pública y Autogobierno transmite que «se recomienda hacer uso de la cita previa porque garantiza una atención más personalizada, de forma ordenada y concertada y se evitan colas». Según el decreto de atención a la ciudadanía aprobado en junio por la consejera Olatz Garamendi, «la atención presencial» en el servicio Zuzenean «será, preferentemente, con cita previa». El jueves el Parlamento instó al Ejecutivo a que atienda sin haber reservado hora al menos en casos «urgentes». Algo que «ya se hace», matiza el departamento. «No se dejan personas sin atender», subrayan.

Con todo, pedir la vez es norma general en las ventanillas. En la Seguridad Social los trámites precisan de este filtro, si bien «hay habilitado un puesto de atención rápida para cuestiones urgentes y consultas de menor calado», indica la Subdelegación del Gobierno. Y el Ministerio de Inclusión señala que la situación «ha mejorado bastante» y la atención presencial ha aumentado un 55,3% en Álava este año. En las oficinas de la calle Dato un guarda solicita en la entrada cita para poder entrar, aunque sí permite acceder por ejemplo para pedir información sobre la renovación de la Tarjeta Sanitaria Europea, como pudo comprobar esta semana este periódico. Dos profesionales resuelven la pregunta en un mostrador junto a la entrada.

En la Delegación de Economía y Hacienda de esta misma administración «se intenta incentivar la cita previa, no obstante se atiende de manera presencial para todos los trámites». Tras los problemas de saturación, desde la Seguridad Social destacan que se ha reforzado su plantilla, ahora con 92 empleados, una veintena más que el año anterior. «Se han tomado medidas» respecto a la lista de espera y «actualmente ronda los 12 días», dato que un representante de UGT eleva a un mes. «A mí me la han dado en tres semanas», cuenta Jesús Obregón, usuario.

En el Ayuntamiento de Vitoria se sigue actuando con cita previa en todas las Oficinas de Atención Ciudadana (OAC) salvo en las de San Martín y San Antonio, donde se atiende con y sin cita, transmiten portavoces del departamento municipal de Gobierno Abierto. En los mostradores de los centros cívicos, los agentes de información y control atienden sin necesidad de concertar una hora «gestiones sencillas, que no requieren de tramitación de documentación». Y los kioskos de autoservicio de los centros cívicos «permiten cada vez más gestiones». «Cuando hay plazos que van a cumplirse, el personal de la instalación hace lo posible y busca la fórmula para que la persona sea atendida aunque no haya cogido cita», reiteran.

Respecto a la espera, en las OAC «a menudo hay huecos, especialmente en las oficinas más grandes, y es fácil que te den cita en el propio día», añaden desde el Ayuntamiento. En los Servicios Sociales de Base, si es una cuestión de carácter ordinario «la espera para las primeras citas oscila ahora entre la misma semana de la petición y las tres semanas», pero si es urgente «se atiende al momento». En las OAC, «depende del momento» aunque esta semana se daba hora para la misma jornada en casi todos los centros.

En el caso de la Diputación, en el Instituto Foral de Bienestar Social «se funciona con cita previa». Si el usuario tiene dificultad para reservarla por internet, se da por teléfono o bien en las oficinas de la calle San Prudencio, 30, en Vitoria. Por ejemplo, para iniciar el expediente para la posterior valoración de la dependencia, al solicitar cita el pasado viernes se ofrecía para el miércoles que viene, es decir, en tres días. Desde la Asociación de Pensionistas Las Cuatro Torres, su presidente Luis Carlos Matías reconoce que las instituciones están flexibilizando la cita. Por ejemplo, «hemos llegado a un acuerdo con una sucursal bancaria en Vitoria para que nos prioricen la atención a los mayores». Pero se queja de que se ha abusado de la medida y exige «más presencialidad», que «nos da tranquilidad y seguridad». «Necesitamos que nos miren a los ojos».