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Los 'mazokalaris' regresan estas navidades a su particular bazar. Una vez el World Press Photo abandone el Depósito de Aguas de Montehermoso, al mejor fotoperiodismo ... le seguirá algunos de los ilustradores más prometedores. Jóvenes vascos y también venidos de otros países esperan ya ansiosos mostrar, presumir y, con un poco de suerte, hacer caja con algunos de sus mejores trabajos entre el 16 y el 18 de diciembre. Entre ellos, como siempre, habrá una destacada presencia de artistas locales. De los 40 que compondrán la exposición, cinco serán alaveses. Maider Leturiaga, Helena Malvido, Patricia Nagashiro, Lucía Cámara y Jon Caro, siempre a la vanguardia del dibujo profesional en el territorio, prometen no dejar indiferente al público con una selección de lo más variada en temáticas y técnicas.
«De estilo 'cartoon' y con influencias asiáticas» es la propuesta de Maider Leturiaga. Así la describió un jurado de expertos de la Escuela de Arte y Diseño de Euskadi (Idarte), que concedió a la ilustradora vitoriana la beca Bekikasle Mazoka «por su gran potencial, calidad gráfica y su identidad coherente y singular». Gracias a este reconocimiento, ella será una de las seis propuestas protagonizadas por estudiantes que se podrán ver en Montehermoso. «La beca ha sido un gran empujón. A veces me cuesta valorar mi trabajo y me ha dado confianza y motivación. Además, Mazoka es el escaparate ideal para conectar con el público y conocer y compartir experiencias con otros compañeros».
Con claros toques humorísticos y con un dibujo de líneas limpias y gran dominio del coloreado digital, tal como destacó también el jurado, la propia Leturiaga reconoce que su estilo bebe de numerosas fuentes. «Me gusta reflejar épocas de la historia, por ejemplo, me encanta el rococó. También versionar obras de arte históricas con un toque de fantasía, absurdo o con humor ácido», abunda Leturiaga. Eso sí, –y de ahí el calificativo 'cartoon'– su «obsesión» son los dibujos animados de los años 90. «Están en mi lenguaje visual por medio de animales antropomórficos, colores vivos, proporciones irreales o formas torpes», apunta.
Actualmente, Leturiaga, en busca de crear «una voz propia», quiere ampliar y experimentar con otras técnicas, herramientas, soportes y formatos como, por ejemplo, la que practica Lucía Cámara. Ante todo diseñadora de estampados, cultiva esta disciplina a través de su propia marca, Lu. «Mi idea era crear una empresa de personalización de estampados que pretenden hacer visible la identidad de cada persona», explica. Tras recibir una ayuda al emprendimiento, este año se embarcaba en su último proyecto, 'Mito', una reinterpretación de los trajes tradicionales vascos. «Está inspirado en tres personajes de la mitología vasca: Lamia, Amari y Sorginak. Se realizó una ilustración inspirada en cada una de ellas y se crearon tres estampados para formar una línea de telas y un traje acorde», detalla.
En adelante, Cámara se propone un nuevo reto. «Me gustaría llevar a cabo estos tres trajes y sus telas estampadas mediante su impresión digital y confeccionando las faldas», se propone esta alavesa que, como modista, pretende «aportar luz y color» a la vestimenta tradicional vasca para romper con ese negro imperante en los típicos trajes de neska.
En la misma tónica, esta la exótica propuesta de Patricia Nagashiro. Alavesa de origen boliviano, mostrará en Mazoka una línea de ilustración con reminiscencias amazónicas. 'Biomaz' es el nombre del proyecto y hacer «una llamada de atención sobre el cuidado del planeta es su misión», explica Nagashiro. En ese sentido, la cultura latinoamericana y la naturaleza se funden para «concienciar sobre el daño que nos estamos haciendo a nosotros mismos, cada vez que se atenta contra el medio ambiente». «He trabajado en personificar protectoras femeninas, cuidadoras de la naturaleza, pero esta vez más cercanas a mis raíces», detalla esta artista unida sentimental y sanguíneamente a uno de los pulmones más amenazada por la deforestación en todo el planeta.
Menos verde es la propuesta urbana y gamberra de Markmonk, el estudio y marca de ropa creada por Jon Caro y Laura Pérez en 2013. «Aunque mi trayectoria formal empezó cuando comencé mis estudios de ilustración y diseño gráfico, mi pasión por el dibujo nace cuando con 14 años empecé a usar sprays y a ganarme unas 'pelillas' de muralista», recuerda Caro. Actualmente, como ilustrador 'freelance', «nuestro trabajo se basa en el dibujo hecho a mano y Markmonk es la plataforma donde podemos crear nuestros propios gráficos sin normas ni limitaciones. Con nuestras colecciones, buscamos inspirar a las personas que, como nosotros, sienten la necesidad de ser y vivir de una forma diferente», invita.
De formación musical y apasionada del arte contemporáneo, Helena Malvido apuesta por una ilustración más sentimental y con estilo más difuso, capaz de condensar momentos efímeros. «Mi trabajo como ilustradora explora la cotidianeidad, la rutina y esas situaciones que nos gustaría recordar para siempre. Más que contar una historia, me inspiro en un momento concreto y trato de simplificarlo», detalla la también diseñadora y licenciada en Publicidad por la UPV.
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