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Otro día clave. Otro momento histórico para la ciudad. Otra visita a Vitoria de un máximo responsable del Gobierno central para cimentar la decidida implicación del Estado a la hora de eliminar la brecha ferroviaria. El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ... protagonizará esta mañana en el Ayuntamiento una de las citas más esperadas, que servirá para que las instituciones implicadas -Gobiernos central y vasco, Diputación y Consistorio- presenten la solución técnica acordada para llevar a cabo el soterramiento del ferrocarril. Ábalos se sumará así a los otros cinco responsables del ramo, tres del PP y dos del PSOE, que alimentaron con su presencia el reto de enterrar las vías que parten en dos el casco urbano. Puede que a la sexta sea la vencida, pero la ciudad acumula ya veinte años de promesas y desengaños desde que este plan empezó a sobrevolar los despachos. Desde entonces, el presupuesto ha dado tantos bandazos que ha llegado a oscilar entre los 300 y los 500 millones.
El cuento de nunca acabar comenzó con José Ángel Cuerda como alcalde, cuando en 1998 se empezó a estudiar la idea de soterrar el tren. La idea cobró fuerza con la llegada de Alfonso Alonso en 1999, cuando se proyectó desviar el tren por galerías entre Júndiz y el Buesa Arena. Costaría 300 millones y el Estado pondría 132. El por entonces ministro, Francisco Álvarez Cascos, acudió a la estación de Dato en 2003 para respaldar al regidor popular.
Dos años después, con Patxi López en Lehendakaritza, la sustituta de Cascos, Magdalena Álvarez, también acudió a la terminal. Fue poco antes de las autonómicas vascas de 2005 y el presupuesto estimado ya rozaba los 500 millones. El también socialista José Blanco repitió la visita en 2010 por partida doble, en marzo y diciembre, aunque en lugar de posar en la estación acudió al Artium para firmar el acuerdo económico del proyecto y a Lehendakaritza para participar en el nacimiento de la sociedad pública que gestionaría el plan, respectivamente.
Los ministros del PP volvieron en 2012 y 2017, en este caso con Ana Pastor -que se reunió con Javier Maroto en el Ayuntamiento- e Íñigo de la Serna, que visitó los andenes de Dato junto a la actual jefa de filas del PP en Vitoria, Leticia Comerón. Para entonces ya se hablaba de enterrar los convoyes entre Salburua y el puente de Castilla. Un año después se amplió el trazado hasta Las Conchas.
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