Cinco años sin noticias de Borja

El rastro del vitoriano Borja Lázaro se perdió hace cinco años mientras realizaba un reportaje en Colombia, pero su entorno ha procurado que en este tiempo no se borrara también su recuerdo. Ni de la memoria colectiva, ni, sobre todo, de las agendas de quienes depende la investigación de su caso. Con esa intención se convocó este martes, en el quinto aniversario de la desaparición, una concentración en la plaza Celedones de Oro, donde más de un centenar de personas -entre ellas la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, el diputado general, Ramiro González, y el alcalde, Gorka Urtaran- acompañaron a familiares y amigos del ingeniero informático al que su devoción por el fotoperiodismo llevó hasta la región de La Guajira en 2014.

Allí, en la localidad costera de Cabo de la Vela, donde se alojaba en una posada, se vio a Lázaro por última vez en la noche del 7 al 8 de enero de hace ya un lustro. La policía colombiana barajó en su día tres hipótesis sobre el destino del vitoriano -ahogado en el mar, perdido en el desierto o secuestrado- que no recibieron credibilidad alguna por parte de los familiares, y los agentes españoles expertos en este tipo de casos que en 2018 viajaron hasta Sudamérica en busca de pistas regresaron sin novedades. La investigación de su desaparición, lamenta la familia del joven, que en ese momento tenía 34 años, se halla «prácticamente igual desde que empezó».

El entorno de Lázaro, que reclama al Ministerio de Exteriores que no se abandone la búsqueda, ha mantenido en estos cinco años encuentros con cargos institucionales y ha impulsado diversas iniciativas. De hecho, el programa 'Desaparecidos' de TVE abordó el caso y el periodista Paco Lobatón, promotor de la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas QSDglobal, lo incluyó también en su libro 'Te buscaré mientras viva'.