Con cimientos para el jazz
begiart ·
Un espacio comisariado por un comité de expertos para mostrar el trabajo de nuestros creadores silenciado por la pandemiaSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
begiart ·
Un espacio comisariado por un comité de expertos para mostrar el trabajo de nuestros creadores silenciado por la pandemiaA veces no está muy claro qué diferencia los grandes principios de las buenas costumbres. Pero siempre son positivos. «Resulta muy saludable ser democrático en todas las maneras posibles, porque esto hace que seamos mejores como seres humanos, como ciudadanos. Es bueno compartir lo ... que haces y dejar a todos ser parte de ello», me contaba, entre otras cosas, el gran Ornette Coleman, allá por 2007.
Esa vocación de horizontalidad en lo musical –por lo igualitario, no por lo que pueda aburrir a algunos el padre del free jazz– es una de las características de eso llamado jam session. y no es más que establecer un diálogo a varias bandas con el lenguaje de la música como medio de expresión. Y así el respeto mutuo, prestar atención a los demás y dejarse inspirar por ideas ajenas es como el abecé de algo que los políticos no parecen llegar a entender. En cualquier caso, la cantante Itziar Yagüe recalca que «la música te enseña a escuchar».
Pues bien, vamos ya al estribillo. La cuestión es que, a partir de un crecimiento en la escena local de Vitoria, de sesiones y conciertos, «hay una cierta sensación de colectivo», indica el trompetista Inhar Val. Luego llega la parte negativa: una pandemia que rompe armonías y hasta pentagramas, pasando por muchas otras cosas. «Hay un parón total», hasta que el pasado verano se abren un poco las puertas y, pese a todo, los músicos comienzan a hablar ya en otoño de asociarse.
Desde entonces, dos jam sessions en la sala Urban Rock Concept han juntado a muy diferentes intérpretes. Y ha surgido el proyecto Jazzteiz. De momento, la formación principal cuenta con el teclista Iker Amuriza (presidente), el trombón Asier Iturbe (vicepresidente), el tompetista Inhar Val (secretario) y el guitarrista Antonio Santamarta (tesorero). Por último, pero no menos importante, la responsable de comunicación es la cantante Itziar Yagüe.
Aunque la presencia femenina se antoja escasa, Yagüe tiene claro que potenciar el papel y la participación femeninas ha de ser una de las claves del proyecto. De momento, hay cuatro decenas de integrantes. Desde gente con simple afición a personal con formación y habilidad musical, pero con muchísima más presencia en el colectivo de mujeres vocalistas que instrumentistas.
En busca de un saludable equilibrio y con una perspectiva de género, Jazzteiz tampoco no quiere olvidarse de la educación. En este sentido, promoverá talleres y otras iniciativas de aprendizaje y divulgación. Aquí están las bases para que empiece todo: «La música es una actividad cultural necesaria y segura En el aspecto profesional, nos preparamos y coordinamos actividades, conciertos y sesiones. También queremos lograr una unión de la escena, que se nos respete un poco más».
Todo esto requiere algo esencial: organización. Asimismo, que los que buscan expresarse en la calle sepan a qué normativa atenerse. «Aquí entraría la posibilidad de organizar espectáculos en diferentes puntos de la ciudad», avanzan quienes están por la labor de trabajar y dinamizar una capital en la que «hay suficiente afición para que haya presencia de la música en locales y en la calle».
Por todo esto, la asociación –que se presentará el día 30 en el Dazz con una jam session– busca ser una herramienta tanto para hablar con la Administración como para generar cultura. Ya era hora.
Sobre todo porque la paciencia excesiva choca con el músico. De hecho, cuando toca no puede pararse a esperar la inspiración, así que emplea sus conocimientos y gusto para adentrarse en melodías o ritmos, navegar por armonías o frases y sacar a las musas de donde narices se hayan metido. Otra cuestión es un panorama de artistas alaveses sin lugares donde tocar o sin que locales pequeños programen actuaciones que pueden llegar a ser muy grandes. Por fin, Vitoria respira jazz.
La propuesta de Jazzteiz no es nueva, en cuanto a reunir a músicos con una finalidad común. Pero el enfoque de este proyecto con vocación troncal sí que tiene visos de futuro. La dinámica está apoyada sobre todo en la pasión por la música, con una mirada a la interacción entre quienes la practican y otra que se dirige hacia públicos jóvenes y a la formación y difusión. A ver si suena como merece.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.