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El coronavirus ha vaciado las aulas de Álava. Unos 68.000 alumnos han amanecido este jueves sin clase después de que el Gobierno vasco decretara el cese de la actividad docente en todos los centros educativos del territorio. Sin excepción, desde las guarderías a ... la universidad. La medida excepcional, que el pasado martes ya mandó a casa al alumnado de Vitoria, llega tras la escalada de positivos detectada en las últimas horas en la provincia –suma 201 de los 261 casos contabilizados en Euskadi– pero sobre todo como respuesta al evidente aumento de menores contagiados, que ascienden a una docena de alaveses. La nueva decisión, que afecta asimismo a la localidad vizcaína de Balmaseda, otro de los focos epidemiológicos, trata de frenar la expansión del Covid-19, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha comenzado a calificar de pandemia. Hasta ahora 'sólo' era una epidemia.
El foco de preocupación se había puesto en este medio mes de actividad del neovirus en Álava –mañana se cumplen dos semanas del primer caso– en las personas mayores o con alguna patología, por ser las más débiles, pero «el cambio de los datos de edad» registrado en el territorio en los últimos días ha obligado al Ejecutivo vasco a cambiar el paso. El lunes, cuando se decidió suspender las clases en Vitoria, en un par de centros de Labastida y en el instituto de Laguardia, había tres menores infectados por el Covid-19. El miércoles, en el momento en que se resolvió trasladar la medida a toda la provincia, eran ya doce. El cuádruple en 48 horas. El cese de la docencia presencial, eso sí, «no es porque el alumnado esté en peligro sino para evitar que los niños transmitan el virus a poblaciones más vulnerables», insistió la consejera de Salud, Nekane Murga, que en más de una intervención ha recalcado que no existe temor por la salud de los chavales.
El objetivo vuelve a ser la contención de una pandemia que parece haberse cebado con Álava, donde ya han fallecido cuatro personas –todas de avanzada edad, la última (89 años) ayer mismo– por esta causa. De hecho, el territorio es uno de los puntos del mapa que trae de cabeza a los expertos junto a Madrid y La Rioja. El escenario de «alta» transmisión en la provincia, con varios menores afectados, ha llevado a tomar una medida extraordinaria como el cierre de los centros educativos en mitad del trimestre y, en el caso de los estudiantes de Bachillerato, en plena preparación de la Evaluación para el Acceso a la Universidad. En concreto, la cancelación de las clases que «en principio» se alargará un par de semanas, aunque Murga admitió que la situación es «cambiante», deja en casa a unos 60.000 matriculados en centros no universitarios y cerca de 8.000 del campus alavés de la UPV/EHU, con dos tercios de su alumnado procedente de fuera del territorio. Mientras, en el resto de Euskadi se mantiene la recomendación de tomar la temperatura a los escolares y a partir de 37 grados tampoco deberán acudir a las aulas.
La extensión del cese de la actividad docente a toda Álava cogió por sorpresa a muchas madres y padres aunque era el salto natural de una medida que, tras aplicarse a principios de semana en la capital vasca y algunos centros de Labastida y Laguardia, había comenzado a asumirse en otras zonas. El propio Gobierno vasco se puso en contacto en el mediodía de ayer con los directores de los colegios de Rioja Alavesa para anunciarles la suspensión de las clases presenciales, lo que supone cerrar allí las aulas para más de 2.000 chavales de nueve escuelas e ikastolas y cinco guarderías. En la comarca estudian no sólo alaveses sino menores de Logroño o Haro, otro de los focos de infección numerosa que preocupa a las autoridades.
La decisión tuvo réplicas en pueblos como Laguardia, donde cerró el polideportivo, o en Oion, donde la biblioteca bajó la persiana, igual que días atrás se produjo una cascada de cancelaciones en las actividades educativas paralelas que desarrollan los escolares de Vitoria. Academias de idiomas, clases extraescolares, deporte escolar... La enseñanza 'online' se presenta ahora como la alternativa para el alumnado alavés ante una pandemia que, con las medidas ejecutadas, como vaciar las aulas, los expertos calculan que durará entre dos y cinco meses.
También cierran los próximos quince días todos los centros educativos del Condado de Treviño, según han confirmado fuentes de la Junta de Castilla y León en la tarde de este miércoles.
Aunque no se ha dado ningún caso de contagio por coronavirus en los centros treviñeses —Colegio de Treviño e Ikastola de La Puebla de Arganzón (Argantzon Ikastola)—, el vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, ha anunciado este miércoles que hasta el 25 de marzo «se suspende la actividad docente presencial y las actividades extraescolares en los centros de todos los niveles educativos del Condado de Treviño, Pancorbo y el municipio de Miranda de Ebro y la Universidad de la Experiencia de Miranda de Ebro».
Las actividades en atención primaria y las ordinarias en hospitales quedan anuladas si bien las urgencias seguirán funcionando. Igea también ha señalado que se suspende el acceso de acompañantes y visitantes en centros hospitalarios, salvo casos especiales de acompañamiento en situaciones terminales.
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