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El acceso a una primera vivienda figura entre los quebraderos de cabeza de aquellos jóvenes que anhelan su emancipación y a los que difícilmente les salen las cuentas a la hora de abordar el pago de un alquiler o, no digamos ya, cada una de ... las cuotas de un crédito hipotecario. Son muchos los demandantes y no tantos los beneficiarios que miran a las instituciones públicas y a las entidades bancarias en busca de una ayuda.
El llamado alojamiento dotacional facilita a la juventud ese primer paso hacia un hogar propio. El Gobierno vasco lo promociona desde hace un tiempo consciente del obstáculo al que se enfrentan los jóvenes cuya economía aún no les da para una casa en propiedad. Ayer, el consejo de gobierno, aprobó la construcción en el barrio vitoriano de Lakuabizkarra de una nueva promoción, esta de 92 apartamentos sociales dirigidos «a colectivos especialmente necesitados, preferentemenete jóvenes». El edificio, que tendrá forma de U, se levantará sobre la parcela del sector 8A-1, en la esquina de las calles Sierra de Urbasa y Roncesvalles. Las obras podrían iniciarse antes de fin de año y la inversión asciende a 9,8 millones de euros, según anunció el departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda.
Los alojamientos darán cobijo a algo más de cien personas y se ofrecerán a solicitantes que figuren inscritos en el registro de Lakua. Los apartamentos sociales se ofrecerán en régimen de alquiler por un plazo de un año prorrogable en cuatro ocasiones, hasta una estancia máxima de cinco años en el piso «como solución transitoria hacia una vivienda convencional».
El proyecto contempla dos tipos de alojamientos. De los 92 totales, 78 son individuales, esto es, para uso de una unidad convivencial, y ofrecerán un estar-cocina-comedor, un dormitorio y un baño. Su superficie útil será de unos 35 metros cuadrados. Otras doce casas tendrán carácter familiar, con dos habitantes y un espacio de entre 48 y 54 metros cuadrados. Completan la oferta para ajustarse a la Ley para la Promoción de la Accesibilidad dos viviendas adaptadas y dispuestas a usuarios con movilidad reducida –dos habitaciones y 55 metros cuadrados– próximas al ascensor y las escaleras.
El bloque, de cuatro plantas y semisótano con 53 plazas de garaje –dos adaptadas– garantiza «la mayor eficiencia energética posible y el menor consumo de energías no renovables».
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