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Cien alaveses verán mejorar su dolor mediante ejercicio de la mano de Zuzenak

No todo el mundo cree que ese dolor crónico que no le deja dormir puede que mejore con los ejercicios adecuados y sin pastillas. Muchos de estos sufridos pacientes no sabrían ni por dónde empezar a ejercitar esas partes del cuerpo que tanto les duelen y además no tienen fe en los gimnasios. Para demostrar que el deporte controlado puede mejorar su estado «físico y emocional», la OSI Araba, el Ayuntamiento de Vitoria y la Fundación Zuzenak han firmado un acuerdo que en esta primera fase pretende reducir molestias a 105 pacientes de la Unidad de Dolor.

Según han explicado sus impulsores, se trata de que personas de menos de 70 años con dolor crónico «inactivas», es decir, que en su día a día llevan una vida sedentaria, acudan al centro de actividad física adaptada Julio Roca, el gimnasio especializado que Zuzenak dirige en Lakua. Allí durante cinco meses van a participar en un novedoso programa que persigue que incorporen al actividad física a sus rutinas diarias. La concejala de Deporte y Salud, Ana López de Uralde, detalla que en una primera fase se realiza un valoración individual de cada personas. Durante tres semanas, los pacientes candidatos acudirán a seis sesiones de una hora de ejercicio adaptado a su dolencia concreta.

En una segunda etapa, de tres meses, disfrutarán de dos clases semanales grupales dirigidas por monitores deportivos. La tercera fase dura un mes y durante este tiempo y a fin de que nadie abandone el hábito adquirido, a cada paciente se le acompañará a las salas de ejercicio de la red municipal más cercanas a su domicilio para que se familiaricen con ellas y no renuncien a lo aprendido.

El director médico de la OSI Araba, Lander Hijona, ha aplaudido esta «cooperación para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos». «Zuzenak proporciona un entorno seguro, adaptado y supervisado», ha destacado. «Generar un cambio en el estilo de vida de los pacientes, generar esa cultura del deporte, no sólo va a mejorar su dolor, sino que previene riesgos cardiovasculares y de salud mental», ha advertido.

Cada año, la Unidad del Dolor de la OSI Araba recibe a más de 1.500 nuevos pacientes y son más los de 6.600 los que están en seguimiento, explica su jefe, Enrique Bárez. Si este programa ayuda a reducir la cantidad de fármacos que deben tomar estas personas o el tener que recurrir a terapias agresivas para el control de dolor, el éxito sera doble. Pacientes con patologías degenerativas y dolor neuropático o oncológico son, entre otros muchos, los que se pueden beneficiar de este nuevo programa. Ha empezado ya y los resultados son prometedores.

La gerente de la Fundación Zuzenak, Itxaso Carrillo, ha agradecido al Ayuntamiento y a la OSI Araba que cuenten con su experiencia para esta iniciativa «innovadora» que pretende «dotas de herramientas a personas que tienen un dolor crónico limitante para que se adhieran al ejercicio físico y mejore su calidad de vida».

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