César Moñux asume la dirección de la fábrica de Michelin Vitoria

Por delante tiene el reto de pilotar la segunda industria más grande de Euskadi, con una plantilla de cerca 3.500 personas, y la mayor de las cuatro fábricas que la multinacional francesa posee en España. Una planta que ya conoce y donde ya ocupó diversos puestos de responsabilidad en una anterior etapa hace ahora dos décadas. Doctorado, ingeniero industrial y licenciado en Administración y Dirección de Empresas, César Moñux Chércoles atesora una larga trayectoria en el gigante mundial de los neumáticos.

Nacido en Zaragoza, residió durante su infancia en Valladolid, donde cursó sus estudios. Tras asumir cargos de responsabilidad en empresas del sector de la industria petroquímica y ejercer labores docentes como profesor de universidad, se incorporó a Michelin en 2002. Desde su ingreso en ese año en la planta de la capital alavesa ocupó diversos puestos de responsabilidad, en concreto como jefe de Mantenimiento, luego de Fabricación en Turismo y después del área de Obras Públicas y Minería.

El ingeniero industrial formó parte del equipo directivo que logró que la planta de neumáticos más importante del país afrontara la crisis económica sin conflictividad social, flexibilizando las condiciones con pactos con los sindicatos y con la creación de nuevos puestos.

El ingeniero daría después el saltó a la esfera internacional al pasar a dirigir la fábrica de la ciudad de Itatiaia (Brasil) entre los años 2011 y 2016. En ese último curso regresó a España para tomar las riendas de la factoría de Aranda. Ahora, con el regreso de Moñux a Vitoria, Carlos Abril Barber será quien le sustituya en la planta burgalesa.

Moñux suplirá la marcha de su antecesor, Arconada, quien anunció su prejubilación de forma repentina el pasado 4 de febrero. Una marcha que cogió totalmente por sorpresa tanto a su círculo más estrecho como al resto de la plantilla. Sin aclarar las causas de su salida, el que fuera responsable de la fábrica en los últimos tres años aludió a un «equilibrio» en el ámbito personal, familiar y laboral. Su mayor preocupación durante su etapa en la capital alavesa fue el elevado absentismo, de más del 10%.

Ese será uno de los desafíos de Moñux, que se pone al mando de la fábrica de la Avenida del Cantábrico en un momento complicado para la industria por la crisis de suministros, que ha provocado paradas en los últimos meses. Este año por ahora no ha habido interrupciones y se espera alcanzar niveles de producción previos a la pandemia.