Cepillos de dientes de Vitoria a Tinduf

«Nos interesaba realizar una labor humanitaria, y en mi caso como soy saharaui me apetecía mucho ayudar a mi pueblo», explica Bouba, nacida en una tienda de campaña en Tinduf e instalada en España desde los 6 años. Ahora con 21 confiesa que le «toca» poner su granito de arena «para que la gente de mi tierra pueda poco a poco disfrutar de las cosas que yo he disfrutado». Sus compañeras no dudaron cuando les planteó la iniciativa. «Comenzó a contarnos la historia de su pueblo, me picó la curiosidad y aquí estamos», agrega Ainhoa, a la que acompañan en esta aventura su pareja Javier y su sobrina Aitziber.

Llegaron hace una semana al continente africano cargadas de material y ganas de ayudar y durante estos días se han dedicado a repartir las donaciones e impartir formación. «Hemos estado en varios colegios dando charlas y enseñando a los niños hábitos para que vayan cogiendo la base de la higiene bucodental. Explicándoles cuántos dientes tienen, cuándo y cómo se lavan o la diferencia entre una boca de niño y otra de adulto», detallan ambas estudiantes desde el terreno.

Es la primera vez que los pequeños reciben nociones de higiene bucal y no hay más que echar un vistazo a las fotografías que muestran en el blog para descubrir cómo prestan atención a las indicaciones de estas improvisadas maestras. «No tienen ningún tipo de acceso a esta información. Pero lo que más me ha llamado la atención es que con los pocos recursos que tienen hacen mucho», subraya Ainhoa Sanz.

Las futuras higienistas lo han podido comprobar durante su visita a Rabuni, la capital administrativa de los campamentos de refugiados saharauis en las cercanías de Tinduf. «Hemos estado en el hospital, en la zona de estomatología donde están los odontólogos, entregando cepillos, algodones, mascarillas, guantes, composites, pastas de dientes y folletos informativos sobre sensibilidad o caries», relatan. «La clínica está a falta de muchos medios. Solo hay dos odontólogos para toda la población y además tienen que hacer de administrativos o mecánicos, ya que son ellos los que arreglan cualquier aparato que se rompe», agregan.

Tras este primer contacto en materia sanitaria con la población saharaui, el propósito de las cuatro jóvenes es continuar con el proyecto y regresar con más material. «Intentaremos crecer pasito a pasito, haciendo más contactos y buscando más gente que quiera colaborar». Si alguien está interesado en echar una mano puede contactar con ellas a través de su página web proyectounion.wixsite.com.