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Hosanna Parra (Vitoria, 1958) preside el Colegio Oficial de Enfermería de Álava desde 1998 y ha conocido otras épocas de la sanidad pública alavesa «mucho mejores». Cree que recuperar la calidad asistencial de antaño sólo es posible con un aumento de plantillas y contratos de ... larga duración. El verano, dice la portavoz de un colectivo con 2.974 colegiadas, se presenta intenso.
- ¿Se avecina un verano 'caliente' con una séptima ola de covid llenando plantas de hospital?
- Espero que los contagios no aumenten mucho, porque no hay suficientes profesionales y necesitan vacaciones.
- ¿Cerrar quirófanos, camas y centros de salud resuelve algo?
- Lógicamente si se trabajan menos horas o se cierran alas de hospital se necesita menos personal, pero aún y todo no hay suficientes profesionales,
- ¿Qué le va a suponer esto a una enfermera que trabaje el 10 de agosto en Salburua?
-Mucho, mucho, mucho trabajo.
- ¿Conoce casos de abandono de la profesión?
- Aún no conozco casos de personas que hayan abandonado por no poder con el trabajo, pero la gente se quema, no va con la misma ilusión, a la larga se producen bajas... Este trabajo tiene un componente emocional muy importante... Muchas veces los pacientes te cuentan problemas que te afectan. La gente que trabaja en la UCI, por ejemplo, sufre mucho estrés y no solo físico, que también, sino también emocional. Si a eso unes tener que trabajar por encima de lo normal, te das cuenta de que no atiendes a los pacientes como debieras, porque no tienes tiempo.
- ¿Se ha perdido el contacto?
- Cuando terminé Enfermería, una de las cosas más importantes era hablar con el paciente, porque te enteras de cantidad de síntomas que no te ha contado porque no les da importancia o del estado emocional en que se encuentra, fundamental para la recuperación. Creas un lazo de confianza con el que a la hora de ayudarle es fundamental... Y todo eso ahora se ha roto. No hay tiempo.
- ¿La solución es una OPE?
- No, ni mucho menos. La solución es que se apueste por una sanidad pública de calidad que es lo que no hay ahora. Eso se logra contratando más profesionales, para que puedan realizar su trabajo bien y que cuando salgan se sientan realizadas y no deprimidas.
- La consejera dice que ni pagando bien cubren las bajas.
- A ver, que hagan contratos de un año y ya verá si viene la gente. Por muy bien que paguen, si el contrato es de tres semanas...
- Por cierto, ¿qué le pareció al Colegio eso del 'cambio de cultura' que anunció Sagardui?
- Creo que no fue consciente de lo que estaba diciendo. Soltó lo que pensaba a bocajarro y fue duro. No creo que pueda pensar eso. No podemos convertir la sanidad en un pase usted, esté 3 minutos y salga cuando oiga el timbre porque se ha agotado el tiempo. ¿Es que vamos a poner robots y que diagnostiquen?
- Hace un año usted advertía de un aumento de la agresividad de los pacientes. ¿Se han calmado?
- La gente está muy agresiva. Tras el covid se ha vuelto más aprensiva. Si a esto unimos que en los centros de salud, como están sobrecargados, ya no se atiende a la gente como antes, que como mucho cogías cita para dos días... Hay unas listas largas y muchas veces te dicen que te atienden por teléfono... La gente está frustrada, porque no accede al médico o a la enfermera como antes, le ponen trabas.
- Ha participado en Madrid en las concentraciones en demanda de poder desarrollar la carrera profesional. ¿Entiende la gente que no se trata de que quieran ustedes 'hacer de médicos'?
- Eso creo que no lo entienden ni los médicos. Enfermería tiene sus competencias que son muy amplias y variadas y vamos sobradas con lo que tenemos que realizar. No queremos el trabajo de nadie. En enfermería hay diagnósticos, con códigos, que se utilizan a nivel mundial. Queremos que nos dejen hacer nuestro trabajo y que nos reconozcan la titulación. Pedimos el A1.
- Enfermera que sale de la carrera, tiene un contrato. ¿Se necesitan más facultades?
- Lo que hacen falta son buenos contratos. A día de hoy la gente se sigue yendo fuera, porque si se quedan saben que los primeros tres, cuatro o cinco años van a tener contratos de tres semanas, de fin de semana, de un mes y la que tiene una suerte loca, de tres. Así no van a querer trabajar. ¿Y qué pasa? Que a Inglaterra, Francia o Italia van con contratos mínimos de un año, les ponen casa, les enseñan el idioma... Todo son facilidades y encima las consideran muchísimo porque saben que van muy bien formadas.
- ¿De Vitoria también se van al extranjero?
- Sí, constantememente.
- ¿Algún día habrá enfermeras en los colegios?
- En Vitoria se cargaron el programa de salud escolar. Daríamos un paso en la salud de los habitantes de la comunidad muy importante. La enfermera puede vacunar, formar e informar a toda la chavalería de alimentación, estilos de vida, sexualidad, podría pinchar la insulina a los niños con diabetes...
-¿Es Vitoria saludable?
-... A ver, tenemos un entorno mejor, con sitios para pasear, gran cantidad de oferta de deporte en los centros cívicos, pero no hay realmente una apuesta por parte de ningún organismo oficial por hacer que la población esté más saludable. Les preocupa el fumar o el beber, pero hasta hace unos años era el Ayuntamiento el que se ocupaba de todos los temas de educación para la salud en los centros escolares y eso ha bajado en picado porque no hay dinero. Pero es invertir en salud.
- ¿Cómo observa los cambios en Txagorritxu y Santiago?
-No sé lo que vamos a tener. La población de Vitoria es muy envejecida. A la enfermería le caen los crónicos, el seguimientos del covid, procesos leves, la dermatitis del pañal, las extracciones y electros...Hacen más visitas domiciliarias... Al final tienen la agenda llena y tampoco los médicos tienen huecos. Y si además cierran antes los centros de salud, pues la gente va a Urgencias.
- ¿Y en Urgencias qué dicen?
- La gente está sobrecargada de trabajo y es general.
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