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Álava observa con inquietud el paulatino ascenso de casos de Covid-19 en los colegios de Euskadi. Y es que, de momento, tan sólo ha trascendido que ha afectado a la haurreskola Katagorri, Marianistas y la ikastola Adurtza. Por lo tanto, y de forma ... oficial, son tres centros educativos sobre los 59 que, según datos aportados por el Gobierno vasco, han visto alterada su actividad por el patógeno. Una situación casi inaudita si se observan los estragos que está provocando en Bizkaia, con un continuo goteo y en Gipuzkoa, que ha provocado el cierre del instituto de Soraluze.
Una semana después de la vuelta al cole de los alumnos de Primaria y el primer ciclo de Secundaria, 79 aulas de toda la comunidad han tenido que aislarse. En el caso de Álava, Marianistas se ha visto afectada por partida doble, ya que se han disparado las alarmas sanitarias en una clase de primero y en otra de quinto curso. En todas ellas se están siguiendo a rajatabla los protocolos de higiene y seguridad por los que «todavía» -según el coordinador del plan de vigilancia y control de la pandemia, Ignacio Garitano- no se ha detectado ningún contagio directo entre escolares y son los adultos, generalmente sus padres, quienes les han transmitido la enfermedad.
De hecho, el único centro que se ha visto obligado a bajar la persiana en la provincia es la haurreskola Katagorri de Salburua, que volvió el lunes a la actividad tras una semana de tensa espera por los análisis. Este centro gestionado por el Gobierno vasco tiene matriculados 31 niños de cero y un año, según los datos públicos, y se procedió a su cierre preventivo después de que uno de los profesores diese positivo. Las autoridades sanitarias decretaron su clausura por un principio de cautela hasta comprobar que el resto de docentes no había sido contagiado.
Estos son los casos que han trascendido en Álava y que dibujan un panorama bien diferente al resto de la comunidad, donde el goteo y, en consecuencia, la puesta en práctica del protocolo diseñado son la tónica dominante en este inicio de curso. El Departamento de Salud comunicó ayer que 2.700 escolares permanecen en sus casas respetando la cuarentena, aunque la mayoría lo hace por prevención ya que el número de positivos es muy reducido. Pero la presión en el arranque de este curso académico es importante, ya que, según ha podido conocer EL CORREO, en el primer día del curso el Departamento de Educación aprobó 200 sustituciones de profesores y en apenas una semana esa cifra ya se eleva hasta las 2.000 incorporaciones para cubrir bajas.
El único centro que ayer mantenía la actividad presencial suspendida por completo era el instituto de Soraluze, en Gipuzkoa. Se cerró el viernes tras conocer el positivo de un profesor y aplicar la baja laboral a otros ocho docentes. Todos ellos están en cuarentena, a la espera de los resultados definitivos del último cribado.
A partir de ahí, la dirección del centro y el Departamento de Educación discrepan sobre las causas reales de la falta de actividad. Los primeros achacan que el Gobierno vasco no ha sustituido esas vacantes y, por lo tanto, no retomará las clases hasta que los confinados estén en condiciones de volver a trabajar. Un extremo que niega la consejería que ahora dirige Jokin Bildarratz. «Las sustituciones que son hechas en tiempo y forma se realizan de un día para otro porque está todo automatizado», subrayan fuentes de Lakua.
Haurreskola Katagorri. Un profesor da positivo y se decide cerrar el centro para alumnos de cero y un año durante una semana.
Marianistas. Un positivo en una clase de primero -se envía a todos a casa- y en otra de quinto, sólo a los «contactos más estrechos».
Ikastola Adurtza Ponen en cuarentena a media docena de alumnos de Primaria.
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