El centro del vino se aleja de Zulueta al rechazarse la única oferta para su gestión

El naufragio de esta iniciativa -que se sellará mañana en la reunión semanal de la Junta de Gobierno Local- abre incertidumbres tanto sobre el proyecto en sí como sobre el futuro uso del palacio, vacío desde 2015 tras ser sede de la Fundación Sancho el Sabio y de la Green Capital. Sobre ninguno de los dos aspectos se ha pronunciado aún el Ayuntamiento, de manera que todas las posibilidades quedan abiertas. Se desconoce, por tanto, si un centro del vino sigue siendo una iniciativa estratégica para el alcalde Urtaran y para su ahora socia de gobierno y líder de Promoción Económica, Maider Etxebarria, teniente de alcalde por el PSE.

Y de otro, tampoco se dan pistas acerca de si el palacio será reservado para otros usos diferentes ahora que ha quedado liberado de convertirse en centro de vino. En este ámbito concreto, el Consistorio sí admite que se ha abierto un debate. No sería la primera vez. Hace una década, cuando se promovió por primera vez un auditorio en el anexo Paseo de la Música, Zulueta se reservó para acoger sus oficinas técnicas. El Auditorio en esa ubicación ha regresado, como es sabido, a la agenda municipal, aunque con un proyecto arquitectónico diferente.

La renuncia del Gabinete Urtaran a dar el visto bueno al proyecto de la asociación Wine City tiene su base en los «incumplimientos» detectados en la oferta a concurso. Algunos vienen motivados, apuntan las propias fuentes municipales, por las «restrictivas» posibilidades que ampara la actual calificación del espacio, que como edificio para usos culturales no permite, por ejemplo, dedicar más de un 5% de su superficie a actividades lucrativas, lo que merma las opciones de financiación propia de cualquier iniciativa a desarrollar en el edificio.

Este aspecto ya fue denunciado en su momento por Araex, el principal grupo exportador de Rioja Alavesa, entidad de la que había surgido la idea de dedicar esta casona de La Senda a actividades relacionadas con la promoción de la industria del vino. Araex, una entidad capitaneada por el industrial Javier Ruiz de Galarreta y que tiene su sede en la calle Ramón y Cajal, muy cerca del palacio, se descolgó del concurso público cuando advirtió de que el Consistorio había apostado por usos «museísticos» en lugar de «empresariales» para la parcela. Tras ser rechazada su oferta en una primera ocasión -en octubre de 2018- no llegó a hacerlo en la segunda, lo que dejó a la de Wine City como la única propuesta sobre la mesa.

La escasez de opciones por las que decantarse y la falta de definición en algunos aspectos claves de la única presentada, apuntan fuentes del sector, pueden haber aconsejado al Consistorio a tomarse con cautela la cesión del edificio, que de acuerdo al pliego se efectuaba por un largo periodo de tiempo -15 años- a cambio de un canon anual relativamente barato, de 34.500 euros; aunque también se obligaba al futuro gestor a acometer severas reformas -siempre complicadas en el caso de edificios con algún tipo de protección- antes de iniciar su actividad. Como contenidos singulares, la oferta de Wine City -una asociación que carece de fondos propios y que realiza sus actividades con subvenciones transferidas desde las instituciones públicas- pretendía impartir de manos de alguna universidad vasca el primer grado de enología que se puede cursar en Euskadi y proponía actividades de promoción y divulgativas. En respuesta a las pretensiones municipales, contemplaba dedicar salas del palacio a una exposición gratuita así como a catas, talleres y eventos que podrían aprovechar, aunque con condiciones, el jardín que rodea al edificio.

La Diputación alavesa, por su parte, apuesta por liderar en los próximos años un centro de la excelencia del vino de Rioja Alavesa en una ubicación aún sin desvelar y que podría tener repercusión en los planes municipales a este respecto.