'Cenando con Pablo' alucina con un restaurante de Vitoria: «Puto sitiazo. Si no pasas por aquí eres idiota»

Nuria Nuño

Jueves, 12 de septiembre 2024, 13:22

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«De verdad os lo digo. Puto sitiazo este restaurante. Si vienes a Vitoria y no pasas por aquí eres idiota». Así de contundente se expresa Pablo Cabezali, más conocido en redes como 'Cenando con Pablo'. El creador de contenido sobre gastronomía ha ganado mucha popularidad gracias a sus vídeos, en los que prueba las cartas de negocios de restauración y da su opinión. En esta ocasión, no ha dudado en regresar a Euskadi para visitar el 'Mano Lenta'. El local, ubicado en la calle Pintor Tomás Alfaro, es uno de los establecimientos en los que «más pan he mojado últimamente -reconoce el 'influencer'-. ¿El motivo? Los platos; que son acojonantes. Hay mucha variedad, producto de primera. Carabineros, huevo frito, caviar, chuleta, trufa... Una auténtica locura mi comida en este restaurante tan chulo por dentro, muy elegante. ¡Brutal», enfatiza antes de meterse en harina.

Cabezali se da todo un homenaje en el local, donde dio buena cuenta de muchas de las delicias gastronómicas del menú. Aunque acaba de compartir su crítica, visitó el restaurante hace unos meses por la insistencia de muchos de sus seguidores. «Quedé anonadado por la mano de su chef Luismi y el resto del equipo de cocina», confiesa. Tienen «un concepto de los que molan: producto y elaboraciones a la altura. Te pueden ajustar las cantidades y es perfecto para compartir. Saben lo que hacen y lo demuestran plato a plato... Mi más sincera enhorabuena», apostilla antes de agradecer al local su invitación a «una comida tan sobresaliente».

El 'influencer', que arrasa en redes, se quedó prendado con el huevo frito con trufa, caviar y papada ibérica. «¡Qué color tiene esto! ¿Necesitas algo más? Yo creo que no», desliza. Cabezali se zampa el carabinero a la brasa- que cuesta 17 euros-. Te recomiendan trocearlo, exprimir la cabeza aquí sobre el huevo, la trufita y la patata. Qué bien de punto el carabinero, qué agradable ese pisto manchego que hay en la base. El toque con el huevito queda de maravilla. Personalmente, pondría cuchara en vez de tenedor para coger más de golpe porque está buenísimo», recomienda.

Cabezali tampoco deja pasar la oportunidad de probar el chipirón a la brasa, «con el que se han pasado el juego», felicita, antes de deglutir un tartar de atún rojo y una selección de aperitivos: croqueta melosa de jamón, salmorejo, mantequilla de chalotas y 'kimuchee' de vieiras, pan con mantequilla ahumada, anchoas en salazón y caviar, picaña de angus y cocochas de merluza a la brasa.

Después de disfrutar de semejante banquete, aún le quedaba un hueco en el estómago para los postres. La tarta de queso, la cuajada infusionada y el hojaldre con goxua. Ahí es nada.