Amanece con pintadas amenazantes un local del Casco Viejo de Vitoria

«Ahora me da miedo abrir...». El local de la empresa Guiartu, ubicado en la calle Cuchillería y especializada en visitas guiadas a pie y en bicicleta por Vitoria, ha amanecido este martes lleno de grafitis y una diana sobre el teléfono de la compañía. Además del número 1312 que hace referencia al acrónimo inglés 'ACAB', que significa all cops are bastards (todos los policías son bastardos). «Han traspasado una línea al dejar de ser unas pintadas e ir a lo personal con estas amenazas», confiesa Arturo Martínez, responsable de la firma, quien ya ha presentado una denuncia en la Ertzaintza. «Me temo que volverán a actuar».

Y considera que todo se debe a una venganza por el vídeo que el pasado 23 de enero compartió a través de las redes sociales. Bajo el título 'stop a las pintadas', mostró su rechazo a unos actos vandálicos en los que unos desconocidos dejaron su firma en la fachada. «Os quiero mostrar cómo nos han dejado el local. No es un problema que únicamente afecte a nuestro negocio, sino que está en todo el Casco Viejo. Son grafitis sin sentido», censuró, mostrando los 'sellos' que han dejado en lugares emblemáticos como la muralla o la Casa del Cordón.

La publicación cuenta ya con 837 'me gusta' y Martínez se vio obligado a eliminar los comentarios por el revuelo que se generó. «El vídeo se hizo viral y ahora se han vengado», censura. Han sido los propios vecinos de la zona y otros compañeros del gremio los que le han alertado del ataque. «Me han llegado muchísimos mensajes y fotos. No daba crédito. Me genera mucha impotencia. El local ahora permanecerá cerrado hasta que se solucione todo, lo cual...». Lo cual le afecta económicamente. Y descarta tener que trasladarse a otra zona de la ciudad. «Quiero estar en el corazón de Vitoria».

Hace año y medio que Martínez subió la persiana de su nuevo local. «Construimos recorridos amenos, entretenidos y divertidos y te mostramos el entorno con cariño y entusiasmo», se anuncian a través de su página web. Un acto al que acudieron representantes de la Corporación municipal y a los que ahora exige medidas. «Quiero que el Ayuntamiento actúe contra estos episodios», reclama, ante unos ataques que dañan la imagen de la ciudad que padecen los vecinos y que se llevan los visitantes.

Todo ello, una semana después de que Ariznabarra haya mostrado su hartazgo a los grafitis. El barrio está completamente tomado por las pintadas. El Consistorio puso en marcha un plan de limpieza para devolver su aspecto original a las fachadas. Hasta la fecha se han limpiado 696 fachadas; es decir, 1.332 metros cuadrados de pared. Sin embargo, la campaña está siendo «boicoteada», como aseguró la alcaldesa Maider Etxebarria, al actuar los grafiteros sobre esas paredes que previamente se habían adecentado. En Arriaga también denuncian la proliferación de las pintadas.

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