La casa de los Alfaro recibe ofertas para convertirse en hotel

Entre ellas existen algunas lideradas por empresarios que quieren convertir este caserón de la calle Manuel Iradier, ubicado frente a la iglesia del Carmen, en un establecimiento hotelero. La parcela en la que se encuentra el inmueble tiene 3.022 metros cuadrados, que se quedarían en 2.302,85 si se resta la superficie del palacete.

Este edificio, de tres alturas y una planta baja para almacén, presenta un evidente estado de deterioro y hace ya más de una década que fue declarado en ruina; de hecho entre 2007 y 2009 la casa de los Alfaro fue apuntalada para evitar que se derrumbara. Está incluido en un catálogo de inmuebles sometidos a un régimen de especial protección y tal y como especifica el Plan General -el documento urbanístico de mayor rango en Vitoria- esta mansión en la que vivió el mecenas alavés Félix Alfaro Fournier cuenta con una protección en grado de «conservación estructural» que obligará a respetar sus características volumétricas, distributivas y decorativas.

Esto también significa que la situación de los accesos y las cajas de la escalera no podrá alterarse, según especialistas consultados. Y además hay que tener en cuenta que el edificio tiene una catalogación de uso terciario comercial y, dentro de este capítulo, está asignado a «oficinas y bancos».

Evidentemente, esto impide que cualquier interesado derribe la casa para, por ejemplo, levantar viviendas. Pero sí que podría acoger un establecimiento hotelero, como pretende alguna de las ofertas presentadas a la subasta convocada por CaixaBank, para lo que, eso sí, sería necesario un cambio urbanístico que ya contempla el Plan General. También para dar a la parcela un destino de galería comercial, de residencia comunitaria o de negocio hostelero -hace años también hubo interés por convertir el edificio en un restaurante- se precisaría la intervención del Ayuntamiento.

A finales de mes está previsto que la entidad financiera propietaria de este inmueble, que según su ficha técnica tiene doce espacios para oficinas y además «un salón, cocina y cinco baños», notifique la oferta adjudicataria, siempre que cumpla con las condiciones exigidas en los requisitos para su venta.

CaixaBank se hizo con la propiedad del palacete de la calle Manuel Iradier como consecuencia de los cuantiosos pagos que arrastraba su anterior dueño, el grupo Urvasco. Esta compañía empresarial intentó sin éxito derribar el edificio para hacer allí su sede social