Vitoria se corona en la gran pantalla

Más allá de este importante desvelo resuelto, la jornada de este jueves fue ajetreada y divertida para los protagonistas, el director y la autora del 'best seller'. Visita a la ciudad, entrevistas y paseo por una alfombra 'green' en un ambiente de película, un día lluvioso que se fue despejando al ritmo que los crímenes de los durmientes se desvelaban en la gran pantalla.

Tras conquistar a un millón de lectores, la adaptación del 'boom' literario llega este viernes a los cines. Emular el éxito de la trilogía es el objetivo de una cinta que no solo está ambientada en Álava, sino que también pasea sus tradiciones y costumbres. «Volver a Vitoria para el estreno después de haber rodado dos meses es como culminar una fiesta», aseguraba Belén Rueda, la subcomisaria Alba que trata de poner orden a sus emociones al mismo tiempo que frenar una sangría en la capital.

Junto a la escritora Eva García Sáenz de Urturi, la ganadora de un Goya por 'Mar Adentro' recorrió al mediodía algunos de los escenarios del filme que narra esa intriga policiaca, una investigación sin tregua en busca de un asesino en serie. «Bienvenida de nuevo, esta es tu casa ya», le decía a Belén Rueda el alcalde Gorka Urtaran, parte de una comitiva entre la que se encontraba la concejala de Promoción Turística y teniente de alcalde Maider Etxebarria; Joaquín Padró y Mar Targarona, productores de Rodar y Rodar y Yolanda del Val, distribuidora DeAPlaneta.

Si la intensidad del rodaje ocasionó incluso una lesión a la actriz madrileña tras una toma en la que aparecía corriendo por el Casco Viejo, el recorrido turístico por los escenarios fue mucho más sereno.

En las grabaciones de agosto del año pasado hubo sesiones en las que tanto el inspector Kraken (Javier Rey) como la subcomisaria Alba (Belén Rueda) llegaron a recorrer cuatro kilómetros. Los comentarios en torno a ello acompañaron a los primeros pasos de una ruta mucho más serena por escenarios de la novela con paradas en la cripta de la Catedral de Santa María y la Casa del Cordón. «Ya no incluyo a más 'runners' en mis novelas», se disculpaba medio en broma Sáenz de Urturi. Tal vez eso justifica que el adjetivo trepidante sea uno de los más repetidos entre los comentarios de los primeros espectadores. Por la tarde, Javier Rey comentó en serio en un encuentro con la prensa que se había aficionado a correr maratones gracias al rodaje de esta intriga.

Lo más parecido a una posible víctima que hubo este jueves fue el guía de la ruta Gonzalo Martínez de Antoñana («de apellido peligroso para la película»). Como saben, todas las víctimas de esta ficción tienen un apellido compuesto. El caso es que a Martínez de Antoñana le tocó hacer de cicerone de la autora de la novela que inspira la ruta en una visita por la ciudad. No debe ser fácil guiar a alguien por las localizaciones de su propia novela. «Es la primera vez que yo guío a la escritora. Parece que está de acuerdo con lo que digo», comentó aliviado a mitad de recorrido.

Pasadas las siete y media de la tarde pasaron por la alfombra verde del Palacio Europa toda la cuadrilla del rodaje. Un baño de multitudes que reconocía el esfuerzo de toda la ciudad y los vitorianos que han hecho «extremadamente fácil» sacar adelante la película, además de cambiar algunos roles. Se vio a la escritora del 'best seller' desfilando como una estrella del cine y al realizador de 'Salto al vacío' firmando novelas. Por cierto, la proyección paró diez minutos por un apagón de luz y sonido.

¿Y se han leído los protagonistas la segunda y tercera parte? «Quiero ser fuerte y aguantarme como con la primera. Esperar a que me llamen a actuar para leerla», comentaba Javier Rey. «Yo no he podido aguantar y ya me he leído la segunda», apostillaba Belén Rueda. Las adaptaciones dependerán de la repercusión de esta entrega. Comienza el recorrido en salas de una cinta que se ha convertido en el escaparate de la ciudad.