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La canción 'Cayetano' se convirtió en un fenómeno viral hace un año. El grupo Carolina Durante se reía de los jóvenes acaudalados con un rock gritón cuya letra fue escrita en un cuarto de hora y su envoltorio se cerró en un par de días ... de ensayo. No había nada demasiado premeditado. Solo pasarlo bien. Y absolutamente nada que les hiciera sospechar que aquel tema llegaría a alcanzar más de 4 millones de oyentes en Spotify.
Sus artífices son el cantante Diego Ibáñez, el batería Juan Pedrayes y el guitarrista Mario del Valle y el bajista Martín Vallhonrat, quienes se convirtieron entonces en el fenómeno del momento de la música independiente española, un lugar que no han dejado de ocupar desde entonces. Este jueves 26 de diciembre (21.00 horas, 15-18 euros) dan su penúltimo concierto del año en la sala Jimmy Jazz, teloneados por Venturi. «Ajetreado es decir poco», apunta Vallhonrat cuando se le pregunta si pueden resumirlo.
Su frescura, su lenguaje directo y su guitarreo veloz ha atraído a sus conciertos a un público de todas las edades. También (paradójicamente) a esa tipología de jóvenes del que se ríen en su su gran éxito: chavales que veranean en casas de lujos, acuden a universidades privadas y «algunos tienen barco», como cantan. «Hay muchos Cayetanos a los que les gusta Carolina Durante», afirma el bajista Martín Vallhonrat. Ese 'Cayetano' funciona como sinónimo de pijo, de joven adinerado. ¿Y tienen seguidores que cumplen el esterotipo? «Sí, desde luego. Vienen a vernos Cayetanos de libro. Cayetanazos. Mientras paguen su entrada…». Al poco tiempo de sacar esa canción y varios singles más llenaron la sala madrileña Ocho y Medio dos días seguidos. «A diez días de la fecha vendimos todo y nos dimos cuenta de que era una locura porque ni siquiera habíamos sacado disco», comenta. Ese fue el punto de inflexión de la carrera de la banda. El momento en el que notaron que se disparaba su repercusión «Después ha sido todo una locura y hemos tocado en casi todos los festivales de España este verano». La cifra exacta no la sabe. «Más o menos están en torno a los cien», calcula. Entre ellos el festival BBK Live y Bime, ambos en Bizkaia. Hace tan solo un mes colgaron el cartel de no hay entradas durante otros dos días en la sala La Riviera. Han tenido una de las agendas más ocupadas de la escena musical.
En el repertorio final de temporada caben las canciones de su único disco homónimo, además de otros singles como 'Perdona (Ahora Sí Que Sí)', grabado junto a Amaia, la de Operación Triunfo, o 'La noche de los muertos vivientes'. Estos veinteañeros se han ganado además aplauso de reconocidos grupos como Los Planetas y Los Punsetes, cuya ironía se filtra en algunos de sus temas. «Nos tratan con mimo más que otra cosa», comenta. ¿No hay envidia en la escena 'indie'? «No hay nadie así veterano que sepamos que nos odia».
Los medios tiempos, el ruido y las letras ácidas acerca del tedio ha hecho que se hable de ellos como un grupo generacional. Lo mismo se les compara con Hombres G y Los Nikis que reconocen influencias de New Order y The Jesus and Mary Chain. Más allá de ello, el grupo ha conseguido enganchar a un público transversal, desde adolescentes a padres. «Nos mandan vídeos muchos padres con sus hijos cantando nuestras canciones», cuenta. El objetivo de cara a la próxima temporada es seguir tocando esas canciones que tienen también un punto futbolero como 'Himno Titular' en la que entonan «No me creo que Odriozola, que Odriozola no sea titular». «Estamos componiendo y sacaremos algo nuevo antes de verano », avanza. «El objetivo es seguir girando y no cansar ni cansarnos».
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