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Ni desfiles de comparsas, ni juicio a Markitos, ni brujas, ni Hombres de Paja. Los carnavales en Álava tendrán que esperar hasta que se solucione la crisis sanitaria. Sin embargo, la reciente decisión de reabrir la hostelería ha provocado que sus alcaldes contengan la respiración ... de cara a este fin de semana cuando parece que se estaba doblegando a la 'tercera ola'.
Ernesto Sainz Lanchares. Salvatierra
Salvatierra lleva un mes inmerso en zona roja y todo indica que podría abandonarla el próximo lunes. No ha sido sencillo y ha supuesto muchos esfuerzos individuales y colectivos que su alcalde, Ernesto Sainz Lanchares, espera que no se tuerzan con la reapertura de bares y restaurantes. «El hostelero no tiene la culpa. Lo que es necesario es que los clientes seamos ahora responsables», comenta el regidor. «No podemos tener una patrulla de la Ertzaintza en cada esquina. A estas alturas, la gente debería ser consciente de que esto no es ninguna broma, pero algunos después de tres cervezas ya no saben ni dónde están», apunta.
Gustavo Fernández. Zalduondo
Zalduondo no juzgará este año a Markitos, sino que él hará un sermón acusatorio para justificar que este año se libra de la hoguera. «Es momento de cuidarnos y ya llegarán tiempos mejores. El año que viene ya le quemaremos dos veces», bromea su regidor, Gustavo Fernández. Confía en que sus vecinos cumplan sobre todo por la imposibilidad de que llegue alguien de otro municipio por el confinamiento perimetral vigente. Fernández pronostica un fin de semana «tranquilo», aunque esto suponga un problema para el único establecimiento hostelero de la zona. «Si la gente quiere ir al bar, que vaya pero tomando las medidas y siendo responsables de lo que hacen», apunta.
Txelo Auzmendi. Asparrena
Los carnavales rurales de Ilarduya, Egino y Andoin, en el municipio de Asparrena, tendrán que esperar -al menos- hasta 2022. Ni su programación vespertina, ni la falta de locales de hostelería en estos tres concejos, ni siquiera el habitual número de visitantes iban a provocar un desmadre, pero no se puede arriesgar en plena 'tercera ola'. «Este año no toca. Ni siquiera en Araia, donde la celebración está centrada en los más pequeños hasta el punto de que nadie salía por la noche. Es una pena, pero habrá que esperar a que todo se solucione», confía su alcaldesa, Txelo Auzmendi.
Eduardo Terroba. Oyón
Ni Carnavales ni la Fiesta del Aceite que habitualmente se celebra en marzo. El Ayuntamiento de Oyón tiene claro que, de momento, no hay nada que celebrar y no son aconsejables los actos multitudinarios. «¿Qué más podemos hacer? ¿Cuántas veces hemos repetido que se cumplan con las normas? Por orden judicial se han abierto los bares, pero hay que seguir teniendo el mayor cuidado del mundo porque el bicho no para por carnaval», avisa el alcalde Eduardo Terroba.
Lucio Castañeda. Laguardia
El panorama no acaba de despejarse en Laguardia. Ayer no registró ningún caso, pero la tasa de incidencia aún supera los 2.000 casos por cada 100.000 habitantes, cuatro veces más de lo aconsejable. Hace poco más de una semana, su regidor, Lucio Castañeda, recomendó a sus vecinos un autoconfinamiento que ahora se antoja más complicado con la reapertura de los bares. «No voy a entrar a valorar la sentencia. Yo sólo pido que la gente se porte bien este fin de semana de Carnaval porque no estamos para hacer tonterías. Poquito a poco estamos bajando y no podemos dar marcha atrás», reclama.
Michel Montes. Iruña de Oca
La situación en Iruña de Oca se ha corregido en las últimas semanas y ese optimismo se refleja en las palabras de su alcalde, Michel Montes. «Por cuatro personas que incumplen no hay que meter en el mismo saco a todos», afirma. Su tono cambia radicalmente cuando se le plantea la posibilidad de que alguien se monte su propio Carnaval sin tener en cuenta la situación sanitaria. «Para quien no lo respete, pues ahí están las fuerzas del orden», expone, aunque reconoce que él también echará de menos los desfiles que habitualmente culminan con una fiesta-concurso en el frontón municipal.
Unai Gutiérrez. Zuia
El regidor de Zuia, Unai Gutiérrez, no quiere que las «buenas noticias» se conviertan en negativas. La apertura de la hostelería supondrá un respiro para un sector que «se ha visto obligado a cerrar sin recibir las ayudas correspondientes», pero no quiere que eso se traduzca un repunte en un municipio que continúa por encima de los limites recomendados. «Todos tenemos ganas de salir, para qué negarlo, pero espero que se haga con responsabilidad», plantea.
Joseba Koldo Garitagoitia. Alegría
«La situación no está superada», repite el regidor de Alegría, Joseba Koldo Garitagoitia. «Hay que ser responsables y no excederse. Se está focalizando este problema en la hostelería y en la juventud, pero aquí todos somos responsables de lo que está pasando y si no aportamos nuestro granito de arena será imposible que lleguemos a ninguna parte», confía y confía en que sus vecinos no pierdan la cabeza debajo del disfraz. «Todos queremos volver a nuestra vida de antes, pero aún habrá que esperar», expone.
Llodio y Amurrio
La hostelería de Llodio cerró el martes -por la situación epidemiológica- y reabrió el miércoles gracias a la decisión judicial. En Amurrio, la pandemia ha permanecido bajo control en esta tercera ola ya que en ningún momento se ha superado la tasa de 232. Los alcaldes de ambos municipios, Ander Añibarro y Txerra Molinuevo, han hecho un llamamiento a la responsabilidad para evitar los contagios en la celebración del carnaval.
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