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Los datos macroeconómicos describen una situación idílica, pero la recuperación económica no termina de llegar para las miles de personas desempleadas y en situación de exclusión social que residen en el territorio. Cáritas Diocesana de Vitoria ha presentado este jueves su balance de actividades ... provisional para el 2017 y, aunque revela una situación muy similar a la del ejercicio anterior, denota que la esperada salida de la crisis no termina de consolidarse para las familias alavesas.
«La economía ha mejorado pero vivimos en un mundo mucho más desigual que hace diez o quince años, por lo que debemos mantener una mirada global y un compromiso estable con los desfavorecidos», afirmó Javier Querejazu, delegado episcopal. Las tasas de paro y la recaudación de las diputaciones han mejorado, pero 489 familias alavesas continúan visitando los despachos de acogida de Cáritas afectadas por la pobreza y la precariedad laboral. Estos datos provisionales recogen a 39 personas menos que el mismo periodo de 2016, pero podrían variar antes de final de año. También se mantuvieron 14.852 entrevistas con ellas, encuentros que derivaron en 1.263 apoyos económicos desde programas de empleo.
«Apostamos por formación que confiera auténticas oportunidades de empleo para potenciar el futuro de aquellos que aún no dominan el idioma o la cultura laboral del país», explicó Ramón Ibeas, secretario general de Cáritas. Algunos de sus proyectos son Hazia 23, que cuenta con la participación de Egibide y la Fundación Adsis, y la agencia de colocación Lan Bila inaugurada este año en Zaramaga. Esta faceta de Cáritas se encuentra entre sus compromisos para el próximo 2018, en el que esperan ampliar las ofertas de empleo y los sectores de trabajo disponibles. «Como agencia de colocación estamos abiertos a todo aquél que necesite encontrar trabajo, pero debemos hacer especial hincapié en quienes tienen más necesidades», añadió.
A pesar de que no hay un perfil concreto de usuarios de Cáritas, sus responsables han detectado una mayor presencia de mujeres entre los demandantes de ayuda. «A veces es casual porque representan a su familia, pero a menudo están solas y tienen hijos», describieron. Si además son extranjeras o se encuentran en situación irregular, su situación puede complicarse mucho más. «Los primeros tres años no pueden trabajar y debemos llegar donde las instituciones no alcanzan», animan desde Cáritas.
El voluntariado y las donaciones son dos formas de contribuir a esta organización, que ha detectado distintas problemáticas en los barrios vitorianos. «En Zaramaga y Adurza muchos residentes están afectados por la soledad mientras que en zonas nuevas como Zabalgana las familias no pueden hacer frente al pago de su piso tras haber perdido el empleo».
El obispo Juan Carlos Elizalde hizo un llamamiento a recordar los orígenes de la Navidad para pensar en las personas en situación de exclusión social y, en palabras del papa Francisco, a «acoger, proteger, promover e integrar» a este colectivo. Tras la partida de Santos Gil el pasado mes de julio, el obispo continúa inmerso en el proceso de elección de un nuevo presidente de Cáritas Diocesana. «La experiencia me está permitiendo conocer de cerca esta institución a la que llegué hace un año y medio, y espero poder comunicar la decisión en el próximo consejo de Cáritas», avanzó Elizalde.
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