Captura del vídeo que muestra la fiesta. E. C.

Una fiesta improvisada por San Juan acaba con cargas policiales en Salvatierra

Decenas de jóvenes festejan la noche mágica sin distancia de seguridad pese a las restricciones. De madrugada, un vecino fue agredido por quejarse del ruido en un bar y ertzainas tuvieron que intervenir

Miércoles, 24 de junio 2020, 11:00

La Noche de San Juan suele ser fiesta mayor en la localidad alavesa de Salvatierra. Pero en esta ocasión, con la mayoría de los actos cancelados por la pandemia, dejó un reguero de incidentes y conductas poco acordes con las llamadas a la responsabilidad de ... las autoridades. El más grave se desató a eso de las 4.30 horas de este miércoles y obligó a la Ertzaintza a emplearse a fondo por las calles de la localidad. ¿La razón? Los agentes toparon con la oposición de al menos medio centenar de jóvenes que se negaron a irse a sus casas tras ser sorprendidos de fiesta en un bar.

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Por la sombra del coronavirus, los actos festivos oficiales se habían limitado a unas danzas y a un pasacalles a cargo de la Banda de Música de Agurain. Otros años, el acto estrella es la subida del 'txopo', un gran tronco que se planta en plaza. A falta de acto oficial, ya de noche, cientos de jóvenes recrearon esta tradición sin guardar la distancia de seguridad ni cubrirse el rostro con mascarillas, como se aprecia en un video al que tuvo acceso ayer EL CORREO.

Pero el incidente más grave se vivió en un conocido bar. En su interior, decenas de personas prolongaron la marcha «sin respetar las medidas de distancia», según testigos. A la aglomeración se añadieron los ruidos, que impidieron descansar a parte de la vecindad. Alguno hasta bajó a llamarles la atención. Eran las 4.30 horas.

Justo en ese momento, el 112 recibía una llamada. La comunicación informaba de una supuesta agresión en pleno centro de Salvatierra. Cuando los agentes se presentaron allí, el panorama recordaba a otras fechas que tardarán en volver. El bar rebosaba de clientes y el presunto agredido era un vecino de un edificio cercano.

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«Es un hecho aislado que no puede empañar el compromiso de toda esta población»

ernesto sainz, alcalde

Al parecer se quejó del alboroto y alguien respondió de la peor manera posible. Ante la presunta actitud provocadora de la clientela, un total de cinco patrullas tomaron la calle. Los uniformados hicieron un cordón alrededor del establecimiento e identificaron a la responsable. Probablemente le aguarde una fuerte sanción económica.

Al desalojar la lonja, algunos clientes se revolvieron. Así que, según fuentes policiales, «aparte de los insultos típicos, comenzaron a lanzar objetos». También hubo quien intentó agredirles con patadas y puñetazos, por lo que se sucedieron varias cargas. Los ertzainas incluso tuvieron que hacer uso de los lanzadores de caucho –los sustitutos de las pelotas de goma–. Sólo ahí, los concentrados se disolvieron.

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Los agentes tuvieron que hacer uso de sus lanzadores al ser atacados en la puerta del local

violencia

Pero quedaba un capítulo más para la noche más fogosa que se recuerda en los últimos tiempos en esta localidad de la Llanada Alavesa. Una hora después del incidente las dotaciones policiales reaparecieron. Varios contenedores de una calle ardían como teas. A esas horas ya no quedaba rastro de los posibles autores del sabotaje urbano. Durante primera hora de la mañana, la Policía autonómica mantuvo un discreto operativo de vigilancia por si había algún rebrote.

El alcalde de Agurain, Ernesto Sainz, contactó horas después con la Ertzaintza para conocer todos los pormenores. «Lo primero que hay que decir es que es un hecho aislado. Y no puede empañar el compromiso de la inmensa mayoría de los vecinos contra el coronavirus», subrayó a este diario.

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Como Gorliz o Beasain

En la localidad temen que les vinculen con escenas similares vividas en el estado de alarma en otros puntos del País Vasco como la fiesta de Beasain que le supuso el puesto a una concejala de EH Bildu, el macrobotellón de la noche del martes en Gorliz o el más pequeño que se disolvió hace unas semanas en Alegría.

Sobre el incidente de las 4.30 horas, Sainz dijo que «no conocemos al detalle lo que pasó porque no tenemos los atestados, pero sí sabemos que la actuación se produjo motivada por las quejas de algún vecino por los ruidos de un bar». Una vez lleguen los informes policiales, su institución decidirá una posible sanción al local.

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¿Y el simulacro de la plantada del txopo? «Quizá las instituciones tenemos que entonar mea culpa. Todos hemos sido jóvenes. Lo que menos piensas es que te vas a morir. No hemos sabido transmitir a los más jóvenes la gravedad de esta pandemia».

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