Capturan tras una persecución el coche de la banda de ladrones de casas más activa en Álava

Hace tiempo que los agentes de las tres comisarías de Álava tienen entre ceja y ceja a este grupo, supuestamente afincado en el norte de Burgos. En sus incursiones se mueven de tres en tres, «Se suelen decantar por viviendas apartadas», deslizan medios internos de la Ertzaintza. Una vez dentro, pasan poco tiempo y se decantan por dinero y objetos «fáciles de vender» como las joyas.

Cámaras de seguridad de gasolineras y peajes les habían captado en varias ocasiones. La tarde del lunes, agentes de Tráfico apostados con un radar en la AP-68 detectaron el vehículo, un viejo Audi A6. Aparte de dar la alerta por emisora interna, un coche camuflado siguió al turismo sospechoso. En su interior iban tres hombres. Todos ataviados con chalecos reflectantes y gorras. Su uniforme de 'trabajo'.

«No hablamos de aficionados porque enseguida detectaron a los compañeros y pisaron el acelerador a tope». Se calcula que el vehículo a la fuga superó en varios tramos los 180 kilómetros por hora. En el peaje de Altube pasaron a carreteras secundarias y parcelarias. Para ese momento, ya de noche, buena parte de los recursos disponibles de las comisarías de Vitoria y Llodio se habían desplazado a esta área agreste de la provincia.

En un camino rural se encontró el turismo. Al parecer los ladrones lo abandonaron tras sufrir algún percance mecánico. Y, a partir de ahí, emprendieron la huida a pie. Se supone que monte a través y lejos ya de los senderos que, a esas horas, recorrían los coches patrulla.

Incluso se convocó al PRI, acrónimo de Patrulla de Respuesta Inmediata, un grupo especializado en situaciones de alto riesgo. Sus integrantes, también conocidos como Bizkor, irrumpieron en un par de inmuebles abandonados donde se sospechaba que pudieran haberse refugiado los sospechosos a la fuga. No se halló ni rastro de ellos.

La noche cerrada y los bosques que envuelven esa parte de Álava se convirtieron en sus mejores aliados. Se esfumaron pese a que la búsqueda policial se prolongó durante varias horas. «Probablemente llamaron a alguien para que les recogiera», asumen agentes de la Ertzaintza consultados por EL CORREO.

El coche requisado fue trasladado a la academia de Arkaute, a las instalaciones de la Sicta, una unidad especializada en crimen organizado. Suya será la responsabilidad de intentar darles caza en las próximas semanas. Por cierto nadie lo ha reclamado. La matrícula tampoco ha dado pista productiva alguna. En realidad pertenece a otro modelo.

A falta de ponerles nombre y apellidos, se sabe que los tres sospechosos son «oriundos de Europa del Este». Hasta el momento les relacionan con entradas furtivas a inmuebles en Zambrana, los alrededores de Vitoria, Valle de Ayala y, en menor medida, en Bizkaia, donde también figuran en la lista de prioridades de los efectivos de la Ertzaintza allí desplegados.

«Volverán a Álava. Lógicamente desconocemos el cuándo, a qué localidad y en qué nuevo vehículo. Pero si alguien observa a tres hombres altos, delgados, con gorras y chalecos merodeando deben alertar al 112. La Ertzaintza no puede estar en todos los sitios a la vez, por eso la colaboración ciudadana es básica en este tipo de delitos», solicitan efectivos de la Policía autonómica.