Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
«Estoy muy enfadado», subraya Michael Volker Kogel. Recientemente, el artista rebautizado como Mike Kennedy ha sabido que dos de sus antiguos compañeros en Los Bravos -el bajista Miguel Vicens y el baterista Pablo Sanllehí- preparan para dentro de unos días un relanzamiento del grupo, ... junto a otros músicos. Y sin haber tenido el detalle de avisarle. Mientras degusta un crianza de Rioja, al vocalista esta gota que colma su vaso parece avinagrarle el trago. Pero es que hace ya un tiempo que la armonía ha quedado en los éxitos del pasado.
O, tal vez, ni eso. Porque después de que Quentin Tarantino incluyera la pieza 'Bring a Little Lovin'' tanto en la banda sonora del 'teaser' de 'Érase una vez en Hollywood' como en el filme -mientras el especialista encarnado por Brad Pitt iba conduciendo por la trama de asfalto californiana- las cosas se han puesto más calientes que el lanzallamas que Leonardo Di Caprio manejaba en la pantalla.
'Bring a Little Lovin''
El cabreo de Mike Kennedy parece más grande que las letras en las colinas de Los Ángeles cuando explica que, según ha podido saber a través de la Sociedad de Artistas, Intérpretes y Ejecutantes de España (AIE) su antigua sección rítmica ha percibido derechos durante años. «Ahora pretenden cobrar también, sin tan siquiera haber tocado en las canciones, esto tiene un nombre, es un fraude, una estafa», califica quien quiere mantener el contacto con el presidente de ese organismo, Luis Cobos, «que me ha ayudado en el pasado y es un gran fan».
Anuncia Kennedy que «voy a hacer todo lo posible para que no cobren ni un penique». La historia, según la explica el artista nacido en Berlín, tiene que ver, por un lado, con el carisma y la voz única del cantante que ha sido, posiblemente, la mayor estrella de la escena rock de España. «El productor Alain Milhaud -responsable del triunfo de Los Bravos en los años 60- con quienes quería trabajar era conmigo y con Tony (el guitarrista, fallecido en 1990). Y es que Tony era la máquina, el alma del grupo, mientras que Pablo y Miguel eran los peores. Luego, de ahí salieron las malas vibraciones, la envidia que es el deporte número uno en España», comenta quien en su día se documentó sobre sus nuevos compatriotas con el agudo libro 'El español y los siete pecados capitales' de Fernando Díaz-Plaja.
Sin Los Bravos en el estudio
En aquellos últimos años de los sesenta The Beatles hacían sus últimas actuaciones en estadios y sus éxitos sonaban en la radio junto a grandes temas de los Stones, Hendrix, Kinks, Doors, Cream o Creedence. Entonces, con tamaña competencia, triunfó el 'Black is Black', número 2 de la lista de ventas del Reino Unido y número 4 en Estados Unidos. Y la guitarra la tocaba Jimmy Page, mientras otros profesionales británicos completaban la instrumentación que acompañaba a la voz de Mike en la grabación.
En el caso de la pieza elegida por Tarantino, 'Bring a Little Lovin'' -una composición del célebre tándem australiano Vanda y Young-, «la batería la tocaba John Bonham», quien sería el legendario 'Bonzo' de Led Zeppelin. «El productor, Milhaud, quería músicos que fueran rápidos y eficaces y, aunque en la época se dijo que Los Bravos no grababan en estudio en Inglaterra por un asunto sindical británico, la verdad es que no tenían calidad», recalca quien -como asegura el siempre bien informado Jorge Ilegal- era el cantante favorito de Page para los Zeppelin, aunque cuestiones extramusicales llevaron a la elección final del gran Robert Plant para el puesto.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.