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Alumnas de cuarto de primaria se preparan para jugar a baloncesto con sus compañeras de clase en San Viator. IGOR MARTÍN
Deporte escolar

Canchas y patios llenos tras otro mes de parón

Buena parte de los 20.000 jóvenes alaveses que practican deporte escolar retoma la actividad al abandonar Vitoria la zona roja

Miércoles, 17 de febrero 2021, 01:26

«¿Alguna molestia física? ¿Hoy estaréis al 200% no? No sabemos qué continuidad tendrá esto, así que tenemos que aprovechar cada entrenamiento que tengamos». Así recibieron ayer los responsables del club de fútbol Ariznabarra a sus cadetes, los primeros en retomar la actividad ... tras un mes de parón. La mayoría de los 20.000 jóvenes que practica deporte escolar en Álava tuvo que esperar a que Vitoria saliera de la zona roja el lunes para poder retomar su actividad. Para la competición, de momento, tendrán que ser todavía más pacientes.

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«Al menos ya oímos alumnos en los patios de nuevo, eso nos llena de alegría», celebra Leyre Barrón, al frente de la sección deportiva de Marianistas. Deportes como el voley, el baloncesto, la gimnasia rítmica y el fútbol vuelven a reunir a los compañeros después de clase. Los aficionados al ajedrez lo practican al mediodía, e incluso los padres pueden practicar zumba mientras los estudiantes se ejercitan. Los 80 entrenadores con los que colabora el centro educativo se reincorporaron ayer tras recibir el aviso el lunes. «No dejaba de ser irónico que mamá pudiera ir al gimnasio pero unos compañeros de clase no pudieran jugar al fútbol juntos al aire libre», apunta Barrón.

El protocolo es estricto en las canchas privadas y municipales. Se mide la temperatura de todos los jugadores antes de entrar y se evita utilizar los vestuarios en la medida de lo posible. En Ariznabarra, por ejemplo, se cambian en las gradas. En San Viator, donde practican deporte escolar 400 menores, utilizan los vestuarios del colegio al 30% y presciden de las duchas.

«Los colegios como el nuestro son una burbuja total. Los niños comparten la clase, el recreo, y ahora también los equipos de deporte escolar», explica su coordinador, Pepe Martín. Niños y niñas juegan juntos en vez de separados por sexo para mantener los mismos contactos que en clase de mates o lengua. El recreo, antaño punto de encuentro para los padres se cierra con llave. «Este solía ser un momento en que las familias socializaban y asistían a los progresos de sus hijos, pero ha desaparecido. También hemos reducido la duración de las sesiones de hora y media a una hora», señalan.

«Es raro poder echar un partido con amigos fuera y no poder venir al campo. Fue duro dejarlo en enero, nos habíamos ilusionado»

YOUSEF ABDUL, jugador club ariznabarra

«Los niños comparten clase, recreo y equipos mixtos de deporte escolar. Es una burbuja total»

pepe martín, coordinador san viator

Los gimnastas del Club Aritza volvieron a estirar y saltar sobre sus aparatos bajo la atenta mirada de Belén Ochoa e Israel Sánchez. «¡Si os hubierais conectado al Zoom estas semanas...!», reprochaba la primera a alumnas como Ane e Iria. Pero seguir las indicaciones desde casa no siempre es sencillo. «Tenemos el espacio limitado, mi casa no es muy grande», apunta Iria. Ane, por su parte, cambió el mallot por la raqueta y, mientras el deporte escolar estuvo suspendido, jugó al pádel con su padre. La vista de sus entrenadores está ahora puesta en diciembre, cuando está previsto que se celebren los Campeonatos de España de gimnasia. «Pero antes nos toca volver a empezar, porque en siete o diez días se pierde toda la forma. Tenemos que volver al punto en el que estábamos antes de aprender cosas nuevas», resume Sánchez, quien también es director técnico de la Federación vasca de Gimnasia.

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Los jóvenes que liberan energía después de clase gracias al deporte escolar coinciden en que, esperan, esta sea su vuelta definitiva. «Es raro poder echar un partido con los amigos fuera y no poder venir al campo. Cuando volvimos en enero nos hicimos ilusiones y fue más duro dejarlo», reconoce Yousef Abdul, de 15 años, vecino de Abetxuko y jugador en el Ariznabarra. Su compañero Haritz Etxebarria no pierde la esperanza de que se retome la Liga vasca y poder disputar partidos en Bizkaia o Gipuzkoa, aunque aún habrá que esperar para eso. «Este mes estuve saliendo a correr por mi cuenta para no volver desentrenado al campo, pero no es lo mismo y lo hemos echado mucho de menos», resume.

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