Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
«¿Vamos al bar de las monjitas o primero damos unas vuelta por los puestos?». La pregunta de una pareja sobre las diez y media de la mañana mientras subía al santuario de Estíbaliz se repetía regularmente en diferentes corrillos. Y es que si ... la romería tenía este año una gran novedad era la reapertura del bar del monasterio llamado ahora 'Amaren etxea' y regentado por las hermanas Peregrinas. En un día lluvioso, en el pequeño local se han sucedido las colas frente a su barra. Desde la apertura de puertas a las ocho y media de la mañana hasta primera hora de la tarde, no han dejado de recibir comandas.
Pero no ha sido el único frente que han atendido las hermanas. También han servido 94 comidas en el renovado restaurante situado junto al frontón, han vendido sus dulces en un puesto y han asitido a las dos misas celebradas este día. Eso sí, cuando la obligación religiosa manda, su labor en la hostelería se detiene y la persiana se baja.
«Teníamos curiosidad por conocer el bar de las monjas tras ver el reportaje en el periódico», comentaba Aitor Díez junto a su pareja haciéndose eco del reportaje que publicó EL CORREO en marzo. «Se ve que está cotizado el café, está hasta arriba», decía al ver al menos a veinte de personas por delante. Las esperas fueron hasta de cerca de media hora por momentos.
Pintxos y sobre todo raciones de croquetas y rabas formaron una de las cartas más demandas en un bar que casi compitió con los puestos de talos. En torno a la una del mediodía fue cuando más 'parroquianos' congregó en torno al aperitivo. De hecho, en el bar 'Amaren Etxea' -que anteriormente regentaron la asociación Araballe Sustraiak y Álava Medieval- tuvieron que reforzar el servicio. «Ahora estamos ocho en el bar», contaba la hermana superiora de las monjas Peregrinas. Además varios frailes viajaron desde el convento de la misma congregación en Corella (Navarra) hasta Estíbaliz para reforzar el servicio. Y a eso de las cuatro de la tarde, en un momento en que el día despejó, improvisaron un espectáculo.
- ¿Es el día con más clientela que han tenido hasta ahora?
- El primer fin de semana después de abrir también hubo muchísima gente. Pero no tanta como hoy.
Estas monjas, en su mayoría jóvenes, ya vivieron su primer día 'grande' de Estíbaliz el año pasado cuando ofrecieron un animado concierto en el que los sonidos modernos se acompañaban de letras cristianas. En esta ocasión ha llamado la atención verlas al otro lado de la barra sirviendo cafés, vermús, cervezas y pintxos. Lo hacen tras haber remodelado el espacio. «A la gente le ha gustado, gracias a Dios. Dicen que ha quedado un sitio muy acogedor», contaba una de ellas.
Una de las curiosidades del servicio es que cada vez que se servía la consumición, las hermanas ofrecían al cliente coger una 'palabrita' de una cesta. «¿Una 'palabrita de vida'?», se les escuchaba repetir. Se trataba de papeles pequeños con diferentes versículos de la biblia. 'Obrad no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para la Vida Eterna, el que os dará el Hijo del hombre (Jn 6, 27)' o 'Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará (Jn 10,9)' eran algunos de los mensajes que se leían.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.