Con la cámara en la maleta

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Las expediciones que alimentan la exposición dieron para «miles de fotos» que Gutiérrez tiró con su cámara para «ir registrando todo, como un diario visual», explica el autor. Como ese viaje de diecisiete horas en tren por el Sahara mauritano junto a los polizones que saltan a los vagones para portar sus mercancías. La instantánea le valió un reconocimiento en los Sony Awards de fotografía. Sin embargo, cuenta, su trabajo tras el objetivo suele estar «supeditado a lo que necesita la expedición» y las imágenes -también firma vídeos- «no tienen por qué ser bonitas pero tienen que estar». «En el Ártico no fuimos al típico pueblo y las ruinas de Perú son cuatro piedras, nada fotogénicas, no es Machu Pichu», apunta como ejemplos.

Pero entre las imágenes hay «momentos mágicos» y de los que alberga la muestra impulsada por la sociedad geográfica La Exploradora se queda con uno en el Ártico. «Estábamos en el velero y salí a la cubierta a relajarme y de repente, a lo lejos, vi un puntito que se movía y era un oso», recuerda. Y eso, reconoce Gutiérrez, es lo especial de estas expediciones. «Sería más fácil poder planear pero, por suerte, casi siempre cambia todo cuando llegas al lugar».