La Cámara de Comercio censura que el retraso en Foronda y la rigidez urbanística lastran al sector logístico

La estratégica ubicación de Álava en el corredor de la autovía A-1 Madrid-Irún –la salida natural a Francia y a Europa– es una de sus grandes fortalezas en un nodo logístico que alcanza los 9,5 millones de metros cuadrados dedicados a esta actividad industrial, cada vez más pujante en el territorio y que incluso se ha visto impulsada con la epidemia sanitaria. El transporte de mercancías se mantiene a flote en tiempos de Covid gracias a sectores como la alimentación o el sanitario. A la apuesta de Mercadona por Álava se han unido Eroski o Lidl para construir aquí sus infraestructuras logísticas de referencia en el norte de la Península, mientras que Foronda, que crece mes a mes, está jugando un papel relevante en el suministro de vacunas y en paquetería en general.

Pero queda trabajo por hacer, según el informe avalado por la Cámara que preside Gregorio Rojo. Los retrasos para la puesta en marcha del polígono logístico en el entorno del aeropuerto –pendiente de obras de competencia foral y del Gobierno vasco– «impiden la llegada de nuevos proyectos empresariales», apuntan algunas fuentes. Y estas oportunidades también se pierden cuando hay operadores logísticos que han de esperar «hasta cuatro años» para disponer de una parcela. Hace apenas unas semanas, se hizo público que Amazon había buscado suelo en Álava para una gran operación, que finalmente se llevó Asturias porque no existían parcelas disponibles de forma rápida.

En este sentido, entre las conclusiones de su informe –elaborado con opiniones de casi 40 empresas– la Cámara considera que una de las claves del éxito de Álava ha sido su capacidad para adelantar la oferta a la demanda, «pero esta práctica ha cambiado». Ahora, si surge una demanda para una parcela 'XXL' de más de 100.000 metros, la única opción es Arasur. Porque aunque existen otras de características similares, no están disponibles –son solares sin urbanizar, fincas rurales, pertenecen a varios dueños....–. «Y cuando una empresa localiza un terreno que le encaja, pero ha de esperar varios años no solo para empezar la actividad sino para comenzar las obras, pierde el interés y busca ubicación en otras zonas», retrata con dureza la Cámara.

Y esta competencia cada vez es mayor. Existen «grandes extensiones logísticas cercanas» en Miranda de Ebro, Navarra o Zaragoza, a las que ahora se suma el proyecto en los terrenos del antiguo astillero La Naval en Sestao, con 300.000 metros disponibles. La oferta de suelo en Álava se cifra en torno a los 1,8 millones de metros, «pero es teórica ya que varias parcelas de gran tamaño –más de 50.000 metros– no están disponibles». En el caso de Vitoria, la Cámara echa en falta promover «naves en que están en desuso» en zonas industriales para favorecer la logística de 'última milla'.

La conexión ferroviaria de Arasur con el Puerto de Bilbao que arrancó el pasado jueves soluciona en parte el problema de la intermodalidad, un factor «determinante» y que muchas empresas consideran que es «mejorable». De ahí que la futura terminal de Júndiz se considere «un punto clave en la autopista ferroviaria del Atlántico y el enlace con la frontera francesa». En esta infraestructura se cargarían los camiones o semirremolques en vagones especializados de tren para sacar las mercancías de la carretera.