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La familia del Anillo Verde crece. A los ciervos, patos, visones, ranas y demás especies se les unirán pronto caballos y ovejas. Es la última vuelta de tuerca que ha dado el Ayuntamiento de Vitoria a su joya 'green'. Habilitará más de 30 hectáreas repartidas ... entre Abetxuko, Salburua y el alto de las Neveras para el uso de la ganadería ovina y equina. Los animales podrán pastar en estos puntos con un doble objetivo: por un lado, aumentar el «atractivo» de uno de los puntos más queridos de la ciudad, y por otro, «mejorar la sostenibilidad económica y ambiental», tal y como explicó ayer la alcaldesa Maider Etxebarria.
La medida permitirá evitar reducir las siegas mecánicas de la vegetación y que sean los propios animales quienes aprovechen esa especie de excedente que se produce cada año para alimentarse. De esta forma, se limitan los residuos y la inversión económica en las labores de mantenimiento. De hecho, las tareas de limpieza en el Anillo Verde suponen un importante desembolso cada año por parte del Ayuntamiento.En concreto, el Consistorio destina 402.984,25 euros a este fin durante cuatro años.
La llegada de estos nuevos inquilinos del Anillo Verde tardará todavía varias semanas, ya que los propietarios de ovejas y caballos no podrán llevar a los animales sin control. Los ganaderos interesados podrán presentar sus propuestas en las oficinas técnicas de San Martín. El Ayuntamiento procederá después a analizar las diferentes alternativas y alcanzar algún acuerdo con ellos.
En cualquier caso, el contrato no será económico, ya que ni el Ayuntamiento ni los ganaderos deberán pagar por la iniciativa. La duración, eso sí, será de cuatro años para en Abetxuko y Salburua, mientras que finalizará antes en el alto de las Neveras. En concreto, expirará en marzo de 2027, en poco menos de tres años. En la zona norte de la ciudad se habilitarán 10 hectáreas, mientras que en Salburua serán 17.
No es la primera iniciativa similar que se toma en Álava. Hace poco más de dos meses, las Juntas Generales del territorio acordaron impulsar la ganadería extensiva para «prevenir» incendios forestales. Se trata de utilizar grandes extensiones de terrenos para que pasten los animales sueltos, que completan una labor de desbroce que contribuye a limitar los efectos de las llamas. Aunque en este caso el fin no es el mismo, también tiene un componente de beneficio económico y ambiental.
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