Hallan muerto al montañero vitoriano desaparecido en el Pirineo navarro

Su familia y sus amigos llevaban horas en vilo. Y los compañeros de la planta vitoriana de Mercedes, donde trabajaba, incluso se estaban organizando ya para participar en el dispositivo de búsqueda. Por desgracia, no llegó a ser necesario. Los peores presagios se confirmaron este jueves sobre las 15.00 horas. Fue entonces cuando bomberos del parque navarro de Navascués dieron con su cuerpo. Lo encontraron en una zona de la ladera norte del monte Ukerdi, en el Pirineo navarro, en la muga con Aragón, según informaron fuentes del Gobierno foral.

Iñaki, un deportista muy experimentado y también muy querido y conocido en los círculos del montañismo alavés, partió del refugio de Linza, en el valle oscense de Ansó, poco después de las 8.30 de la mañana equipado con raquetas. Iba solo. Sus planes pasaban por alcanzar la Mesa de los Tres Reyes, un santuario para los montañeros. Por desgracia y por causas que todavía se desconocen, no lo consiguió. Según ha podido saber este periódico, la víctima se puso en contacto con unos amigos a las 18.30 horas. Una hora y media después, ya de noche, a los responsables del refugio donde se alojaba les extrañó que el montañero no hubiera regresado y dieron la voz de alarma.

Un importante dispositivo coordinado por la Guardia Civil y por sus Grupos de Rescate Especial de Intervención en Montaña se puso en marcha. Bomberos y efectivos de del Grupo de Rescate Técnico (GRT) se unieron a la búsqueda infatigable del montañero. El hallazgo de huellas de raquetas para la nieve en la cara norte del Ukerdi, primero, y, de los bastones que llevaba el montañero, después, fue clave para dar con su paradero.

A pesar de dar con el cuerpo, los responsables del dispositivo de rescate decidieron tomar una durísima decisión. Debido a las condiciones meteorológicas «muy adversas» que este jueves se registraron en la zona, el Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña, con base en Pamplona, postergará la evacuación del cadáver hasta este viernes.

Mientras, el entorno de Iñaki, que acababa de cumplir los 40 años hacía tan solo dos días, lloraban su pérdida. «Era un hombre lleno de vida, muy querido y muy sociable, que disfrutaba de la montaña», destaca Gumersindo Ibáñez, histórico del montañismo alavés y amigo personal de la víctima. «La zona donde ha ocurrido esta desgracia es un terreno escabroso, muy traicionero, exigente, con una orografía muy particular, que requiere de mucha preparación física», detalla el especialista.