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¿En cuántos conciertos habrá tocado Begoña Divar? Cientos. Desde 1980, cuando entró en la Banda Municipal de Música y se convirtió en la primera mujer en formar parte de este colectivo, convirtió a la música y a su clarinete casi en el centro de ... su vida. Hoy, cuando acaba de cumplir 50 años, siente que cierra un ciclo. Por última vez en su carrera ejercerá de solista. Lo hará junto a su apreciada Banda en el Principal (20.30 horas).
«En 2015 también actué como solista, pero me quedó una espina clavada porque había fallecido mi madre unos meses antes. No fue todo lo espléndido que debió de ser». Así, cuando le comentaron la idea de volver a intentarlo «dije: 'allá voy'. Me apetecía hacerlo para cerrar una etapa porque he cumplido 50». Será una actuación a modo de despedida porque «todo va fallando y no me gustaría subirme al escenario sin estar al 150%».
Es en este punto cuando Begoña vuelve la vista atrás y evoca el día de Santa Cecilia –el 22 de noviembre, el Día de la Música– de 1980. A la tierna edad de 10 años entró en una formación compuesta en su mayoría por hombres mayores que la acogieron con cariño. «Esa época fue una maravilla». «Encontré mucho apoyo. En aquel momento estaban mi padre y mis hermanos en la banda y me ayudaron siempre que lo necesité». «Otra chica entró conmigo y aunque me llevaba ocho años también era mi apoyo. Era un momento difícil, pero siempre he estado muy bien cuidada y tratada».
Desde entonces la clarinetista ha tenido una carrera que le ha llevado a colaborar con múltiples agrupaciones como la Joven Orquesta Nacional de España, la Orquesta de Galicia y la Sinfónica de Euskadi, así como bandas del País Vasco. Divar pertenece también al Grupo Boreas Cámara y ha participado en la grabación de numerosos discos con todo tipo de grupos y estilos musicales. «Con Boreas toco las flautas de pico. En el mundo de la música, voy bien servida de todo», bromea.
Toda esa experiencia le permitirá afrontar el concierto de esta noche sin nervios. «Esta es la vez que más tranquila voy. Junto al director –Iker Olazabal–, hemos hecho una labor dura. Es una obra que se sale de nuestra zona de confort. Siempre tiene su 'cosilla' salir de solista, pero le hemos preparado muy bien», indica sobre las horas dedicadas a los ensayos. «Yo siempre digo que no hay mejor manera de tranquilizarte que llevar un trabajo bien hecho. Eso está claro. Para tocar ante el público, hay que ir más que sobrado porque eso rebaja los nervios, el calor, y muchísimas otras circunstancias».
El programa de esta noche ofrecerá el 'Preludio sinfónico', de Giacomo Puccini; 'Gloriosa', del compositor japonés Yasuhide Ito; y 'Concert Valenciá' de Andrés Valero-Castels. Este último cuenta con tres movimientos para interpretar con clarinete y banda. «Es un concierto diferente y complicado con unas melodías muy folclóricas. A la gente le va a encantar y estoy encantada de poder interpretarlo». El segundo movimiento «es una melodía que me llega muy adentro y me cuesta interpretarla sin emocionarme». «Habrá que hacer un ejercicio de contención», bromea Divar.
Begoña seguirá vinculada a la música casi por necesidad. Tiene un hijo que es saxofonista y una hija que sigue sus pasos con el clarinete. «Nunca les he obligado, pero venían a todos los conciertos, así que casi por narices. Mis hijos han pasado mucho tiempo en estos camerinos –dice del Teatro Principal–, esperándome o viéndome. Quieras que no, eso se nota. Estoy contentísima con ellos».
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