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alfonso azkorreta y judith romero
Viernes, 1 de noviembre 2019
Para cualquier vecino de esta ciudad tan green, observar a gente corriendo bajo su ventana no constituye ya ninguna sorpresa. A estas alturas... Es probable incluso que él/ella sea un forofo de calzarse las zapatillas y participar de esa fiebre que antes fue 'footing', ... luego pasó a 'running' y que en castellano siempre ha sido correr. El fenómeno de las carreras populares es como una epidemia. En Álava se cuentan hasta 29 citas en un año (22 registradas en la Federación Alavesa de Atletismo y como mínimo 7 más de promotores diversos); más una cada dos semanas. Los expertos –responsables de la federación y organizadores de las clásicas más importantes– no hablan tanto de explosión –ya son unos años a este ritmo– como de «proliferación excesiva» y entienden que el fenómeno «bajará poco a poco».
Pero de momento, para cualquier corredor popular, el catálogo abarca todas las distancias y puntos cardinales, desde Campezo a Llodio, Labastida o Araia, pasando por Vitoria, claro. A ellas se les pueden sumar aquellas no registradas en el calendario oficial, como la reciente Carrera contra el Cáncer o la Wine Run de Labastida. Y si el radio se amplía unos pocos kilómetros y se incluyen a las provincias vecinas, uno se puede colgar un dorsal todos los fines de semana (o más si puede).
A la ecuación se puede añadir otro factor. Muchas carreras se han convertido en polos turísticos. Con una edad media elevada y un poder adquisitivo que da para escapaditas, en el radar de un 'runner' alavés entra casi todo el planeta, desde la Vitoria-Estíbaliz (800 participantes), a la Behobia-San Sebastián del próximo domingo (30.000) o el Maratón de Nueva York (53.000). En resumen, las opciones para elegir son infinitas, incluso en vacaciones. Alguien que tenía tiempo en la Federación Española de Atletismo se dedicó a contar las carreras oficiales de San Silvestre repartidas por la piel de toro. Le salieron 1.275.
La oferta se ha diversificado tanto que el número de los corredores en cada una de esas citas ha bajado, «lo que no significa que haya descendido la cifra de la gente que corre a su aire». El secretario técnico de la Federación Alavesa y responsable del club La Blanca, Mikel García, pone el contexto. «Hasta hace unos seis años la inmensa mayoría corría en ruta. Ahora van a carreras de montaña, triatlones... Y no se ciñen a las carreras del calendario en Álava, van a todos los sitios, Berlín, Nueva York, Estambul...». La Media Maratón de Vitoria registró 4.500 inscritos en 2013 y en 2018 fueron 3.300. Martín Fiz dice que en su maratón, donde hay cuatro distancias, se mantienen unas «5.500 personas». Con un dato destacable, que «el 50% fueron mujeres en la carrera de los 10 kilómetros;unas 600 de 1.200». En esa apreciación coincide García. «A menores distancias, más chicas. En la Carrera de los Paseos (6 kilómetros) corren unos 300 populares y este año registramos un 40% de féminas. Sin embargo, en la Media Maratón estamos en un 18% (unas 450 chicas)».
A continuación, cuatro grupos de 'forofos' de las carreras en ruta apuntan los motivos de su peregrinación en zapatillas. Gente madura, en general, cuya media de edad se acerca a los 42 años que cumple la Media Maratón de Vitoria, la decana de las carreras populares vascas.
El grupo de Asier Samaniego corre los lunes y miércoles de 20.30 a 21.30 desde el centro cívico Ibaiondo. «Está bien para que puedan venir los que trabajan a turnos», valora este amante de las carreras populares. Hijo de Luis María Samaniego, uno de los fundadores del club, corre desde que tiene cuatro años. «Hice una media maratón en dos horas a los seis; hoy nos hubieran detenido», bromea. Sus compañeros de entrenamiento alcanzan casi las cincuenta personas y se mantienen el contacto por medio deWhatsapp.
«Cada uno va a su ritmo pero nadie vuelve solo. Hacemos paradas intermedias y nos reagrupamos», explica Samaniego. «Estamos preparando la Media Maratón de Vitoria y cogeremos un autobús para ir juntos a la Behobia, pasarlo bien e ir a alguna sidrería», avanza. Para él, lo mejor es el buen ambiente que se vive en estos grupos. «Al convertirme en padre, dejé de correr, y tener personas con las que salir y motivarnos para hacer las carreras de la ciudad me ayudó mucho a reincorporarme».
María José Moreno se estrenó en el mundo del 'running' hace doce años. Vecina de Ribabellosa, cada martes y jueves acude al parque del Prado para entrenarse junto a un grupo intermedio de Running Fiz. Martín Fiz convoca a corredores delante de su tienda para entrenar. «Corremos una hora u hora y media a partir de las 19.10, aunque varía en función de si hacemos trote, series…», detalla la corredora. Cerca de la mitad de estos de cuarenta atletas son mujeres –«casi todos tenemos unos 40 o 50 años»– y en estos momentos la mayoría se prepara para la Behobia, aunque tampoco faltan a las carreras locales. Hace unos días buena parte de ellos corrió entre viñedos en la Rioja Alavesa Wine Run, en Labastida.
Roberto Díaz y sus compañeros de trabajo Aitor y Jesús María trabajan en el mismo turno de Michelin, pero también se preparan para las carreras populares en cuanto tienen ocasión. Nadie les quita dos o tres 'tiradas' por semana saliendo desde Lakua, ya sea la de los puentes por Gobeo y bajando por Abetxuko, la del desguace cercano al aeropuerto o el Anillo Verde, pasando por el bosque de Zabalgana. Los 9 kilómetros reglamentarios a veces se convierten en un minitriatlón condensado en una hora en el centro cívico Ibaiondo. Estos tres amigos son asiduos a carreras como la Vitoria a Estíbaliz, la San Silvestre, a la que esperan asistir, o la Media de diciembre. Este fin de año, Díaz lo terminará corriendo en Bruselas. «A veces aprovechas para hacer turismo, pero tenemos tantas carreras en Vitoria que no hace falta salir para nada», valora.
Nacieron en un grupo de iniciación puesto en marcha por el Ayuntamiento. Una veintena de corredores componen los Correkañas. Santiago Bretón no se pierde sus entrenamientos los martes y los jueves a las ocho de la tarde en Mendizorroza. Bretón empezó a correr hace catorce años. «A los 37 me dijeron que era hipertenso y correr me ayuda a estar más ágil», valora este informático. «Es típico que hagamos la Media de Vitoria, y estamos preparando la Behobia. En un mes me voy a Perú a correr una media por el desierto», confiesa. «Empiezas con una de 10 kilómetros, la carrera de Empresas, la de San Juan, y luego el cuerpo te va pidiendo que te superes un poco más, es un pique sano», dice. Santiago considera inestimable el acompañamiento del grupo. «Te ayudan a seguir cuando estás pensando en plantarte, y lo mejor es la caña del 'tercer tiempo'».
Registradas en la Federación Alavesa. De noviembre 2018 a noviembre 2019: Herri Krosa, Media Maratón, Cross Villa de Amurrio, San Silvestre, Laudio Herri Lasterketa, Cross Dulantzi, Carrera de Lantziego, Carrera de los Paseos, Vitoria-Estíbaliz, Carrera Juntas Generales (Navaridas), Maratón Fiz, Carrera de Campezo, Carrera de Zuia, Cross Ikastola Armentia, Carrera de la Mujer, Araia Krosa, Noche de San Juan, Memorial Roberto Ruiz, Ponle Freno, Cross Kronisport, Carrera de Agurain y Carrera de Empresas.
Otras carreras en el territorio. Alboan Carrera Solidaria, Kanpezu-Ioar, Villa de Laguardia, Carrera contra el Cáncer de Mama, Survivor Race, Vitoria-Gasteiz Trail y Wine Run Labastida, entre otras.
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