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A Vitoria le pasó por encima la demanda hotelera en mayo de 2019. ¿Se acuerdan? Miles de aficionados rusos, madrileños y (sobre todo) turcos se lanzaron a por una habitación en la capital alavesa para presenciar la Final Four de la Euroliga, el mayor evento ... deportivo que ha acogido el municipio en su historia. Pero el resultado final quedó muy diluido por una oferta escasa y (en consecuencia) cara, que ahuyentó a buena parte de los aficionados a localidades del entorno.
No se puede decir que la ciudad y el sector turístico no se hayan puesto las pilas desde entonces, y eso que hubo una pandemia que congeló por completo los viajes durante varios meses. La ciudad se dispone a rebasar la barrera de las 5.000 plazas hoteleras este mismo verano. Al margen de suponer un récord absoluto, refleja un crecimiento exponencial del 30% en sólo cuatro años, impulsado por el auge de los apartahoteles.
El sector ha reaccionado de forma decidida a la sucesión de récords de visitantes que ha registrado Vitoria, que esta misma semana cerró un puente histórico que incluso superó las cifras de Semana Santa, que ya fueron excepcionales. El crecimiento se centra sobre todo en las aperturas de Kora Green City, junto al Iradier Arena, que ofrece 430 plazas, los apartamentos de Salburua (70 plazas) y el recién inaugurado Logune Rooms (calle Nueva Fuera), con 42 camas. A pesar de responder a diferentes perfiles, todas comparten las condiciones básicas de un tipo de alojamiento que se ha duplicado desde 2020.
Los apartahoteles representan un subsector que ha confirmado su particular boom en los últimos tres años. Vitoria sumaba entonces 700 plazas de apartamentos, menos de la mitad de las 1.500 que rebasa en la actualidad. En esta evolución destaca también el impacto de Líbere (Avenida de Gasteiz, en el antiguo Barceló), que abrió sus puertas a finales de 2020, y los apartamentos Eire en Aranzabal, entre otros.
La expansión de este modelo también se ha traducido en un abanico de opciones más amplio, que abarca a diferentes perfiles de huéspedes para completar la oferta de camas de la capital alavesa. El último en sumarse a la lista, Logune Rooms tiene un modelo híbrido entre un apartahotel y un hostel, ya que las habitaciones tienen capacidad de entre 4 y 10 camas, pero siempre con grupos cerrados. Es decir, que una persona no compartiría estancia con otras que no conoce.
El alojamiento cuenta con baño privado y aseo en cada habitación además de un comedor y una pequeña cocina con nevera y microondas en las zonas comunes. El nuevo servicio, que abrió sus puertas a finales de abril con un equipo egipcio de rugby que reservó la instalación al completo durante dos semanas, está orientado a grupos de amigos, parejas, equipos de trabajo o deportivos, principalmente.
En su contexto
1.500 es la cifra de plazas que ofrecen los apartahoteles de Vitoria, más del doble de las que tenía hace tres años (700 en 2020).
Una oferta hotelera más variada Las recientes aperturas de Kora Green City, Salburua y Logune Rooms responden a demandas de diferentes perfiles. La última en inaugurarse, en Nueva Fuera, está dirigida a grupos cerrados, equipos de trabajo o deportivos.
112 habitaciones ofrecerá el nuevo hotel de Txagorritxu, cuya obra finalizará a finales de junio. Será la próxima apertura del sector en Vitoria.
El despegue del sector La demanda de habitaciones desbordó la capacidad hotelera de Vitoria en mayo de 2019, cuando llegó la Final Four. Desde entonces, a pesar de la congelación en los viajes que supuso la pandemia, el sector turístico y hotelero ha protagonizado un gran despegue.
Aunque todavía demanda un mayor número de eventos culturales y competitivos para llenar el calendario, el sector hotelero de la capital alavesa ha intuido un filón en un modelo intermedio entre el hotel clásico y los apartamentos que ofrecen una mayor autonomía, una demanda que ha ido al alza sobre todo a raíz de la pandemia. Esto implica que la estancia cuente con una cocina y, al mismo tiempo, ofrezca amplias zonas de estudio o de trabajo. De hecho, el perfil de los clientes también ha cambiado en los últimos años, y los nuevos alojamientos se centran también en captar a viajeros, pero también a personas que participan en congresos, trabajadores o empresas, equipos deportivos y estudiantes de posgrado.
Aunque el incremento en las camas de los hoteles no ha sido tan exponencial (sí se han producido aperturas como el Nirea de la calle Dato hace justo un año), Vitoria ganará un nuevo edificio de 112 habitaciones en el entorno de Txagorritxu, en la rotonda del edificio de Telefónica. El inmueble que acogerá el nuevo servicio de alojamiento se encuentra muy avanzado, y el plazo de obra finalizará a finales de junio, tal y como ha podido confirmar este periódico. Esto implica que, aunque todavía no existe una fecha de inauguración oficial, el nuevo hotel abrirá sus puertas en torno a la recta final del verano, cuando las futuras estancias terminen de acondicionarse.
Quienes gestionan alguno de los nuevos apartahoteles de Vitoria comparten la palabra que consideran determinante para explicar el reciente boom del nuevo modelo. Se trata de la «flexibilidad», tanto a la hora de reservar los servicios como de marcarse la rutina, los horarios o incluso la dieta. Los responsables de Líbere, Kora Green City, Logune Rooms y los apartamentos de Salburua observan que existe un amplio perfil de viajeros que buscan más «autonomía» durante su estancia, sobre todo si es de una duración de más de dos noches.
«Valoramos la flexibilidad y agilidad de reservar un apartamento desde el móvil, controlar con precisión lo que necesitamos y los servicios que queremos», explican desde Líbere, situado en la Avenida de Gasteiz. En este sentido, aunque admiten que el estallido de la pandemia «pudo traer cambios en el comportamiento del consumidor, la transformación estaba ya en marcha». En gran medida, según explican, se debe a la tecnología, que afina la «personalización» del servicio, y la evolución de la propia oferta, con «establecimientos más integrados en las ciudades y en edificios renovados o adaptados».
Pero existen otros factores que han podido acelerar el crecimiento de los apartahoteles, como la consolidación del teletrabajo, sobre todo en los ámbitos más tecnológicos. Roke Ramos, director de Kora Green City, cree que «ha cambiado el paradigma del viaje y la forma de trabajar». En este sentido, observa que un apartahotel ofrece «la sensación de estar en casa pero con los servicios de un hotel».
El elemento más cotizado de los apartamentos, según los expertos, suele ser la cocina, que permite moldear los horarios y las comidas a los usuarios. Incluso a la hora de cerrar negocios comerciales, otorga un elemento de «cercanía» a los huéspedes, en lugar de quedar en un lugar más neutral o desconocido. Iván Saldaña, propietario de los apartamentos Irenaz, Diván, Salburua y Logune Rooms, cree que el perfil de usuario que busca apartahoteles «hace más vida de ciudad», al frecuentar establecimientos comerciales al margen de los hosteleros.
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