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Como si de una conductora novel se tratara Alicia Borrachero (Madrid, 1968) lleva su particular ‘L’ a cada rodaje, a cada función. Suma casi tres décadas de carrera y su rostro se encuentra ligado a series (‘Periodistas’, ‘Hospital central’, ‘Crematorio...) que han arrastrado a millones ... de espectadores, pero ella siente «que estoy empezando» en la profesión. En ‘Tiempos de guerra’ (Antena 3), su ‘último primer’ trabajo televisivo que ayer se estrenó en el FesTVal, se mete en la piel de Carmen Angoloti, la aristócrata que en 1921 formó el cuerpo de enfermeras de la Cruz Roja que se enroló en la guerra con Marruecos.
– ¿Sabemos poco de nuestro pasado más reciente?
– Sinceramente, sí. Yo conocía el conflicto con Marruecos más o menos por encima y me tuve que poner a estudiar para ‘Tiempos de guerra’, pero una de las cosas bonitas de nuestro trabajo es que aprendes.
– «Es como ir hoy a Siria a abrir un hospital», ha comentado sobre el relato de esta producción.
– Me refiero a esa guerra porque todos sabemos lo que es pero podría decir muchas otras. Estas mujeres van a una guerra, son inexpertas y si alguien no hace de capitán general las matan, porque esto no es ‘ay qué bonito, vamos a curar heridas’. Si se ponen delante de una ventana igual las pegan un tiro.
– ¿Hay un punto de inconsciencia en ellas?
– No. Carmen Angoloti, duquesa de la Victoria, existió y su labor en la Cruz Roja fue enorme. Indalecio Prieto hizo un discurso maravilloso sobre ella en el Congreso, pero hay poca bibliografía sobre ella a pesar de ser un personaje apasionante. Vivió mucho, estuvo dedicada hasta el final a la Cruz Roja, abrió un montón de hospitales, iba a la primera línea de las trincheras, era amiga íntima de los Reyes e incluso los acompañó al exilio... Ella no era nada inconsciente, sabía adónde iba.
– ¿También las chicas que la acompañan?
– Tal vez no tanto, pero algo muy interesante de esta serie es ver cómo esas mujeres, cuando llevan un tiempo en Melilla, no es que cambien sino que se dan cuenta de que la vida que tenían no es la que quieren. Y eso lo consigue desgraciadamente una guerra.
– Hay muchas mujeres destacadas en la Historia que son prácticamente unas desconocidas.
– Yo ni siquiera sabía que había existido Carmen Angoloti y todos los episodios de su vida son... No me puedo creer que esto no se estudie en los colegios.
– Se la presenta como una persona de carácter, algo que no gusta a todo el mundo. ¿Se utiliza este apelativo con un tinte negativo para las mujeres que en el caso de los hombres no se suele atribuir?
– Cierto, estoy completamente de acuerdo contigo. Mira, en ‘Periodistas’ yo hacía de Ana Ruiz, que era el personaje de carácter de la serie y gracias a ello, y a que tenía corazón, conectó con la gente. Yo era joven y me tiré a la piscina sin pensarlo, pero hoy me daría más miedo.
– Ante un conflicto, un problema, ¿nos cuesta movernos?
– No lo sé, cada cual hace lo que puede, pero tenemos personal sanitario en el mundo entero, hay muchísimas personas voluntarias que se van al Adriático, al Mediterráneo o a cualquier lugar donde haga falta gente para rescatar a personas que están vagando por los mares. Estamos bombardeados por los miedos y por las malas noticias, que no es que no existan, pero parece que ya no hay espacio para contar lo bueno y la buena gente que hay en el mundo.
– ¿La empatía es el mejor valor del ser humano?
– Sin duda.
– ‘Periodistas’, ‘Hospital central’, ‘Crematorio’, ‘La embajada’... ¿Qué le recorre la cabeza cuando repasa su trayectoria?
– Me asusta lo rápido que pasa el tiempo, pero me alegra mucho poder decir que la cosa sigue adelante y que hay productoras y cadenas que apuestan por los personajes femeninos complejos e interesantes que pasan de los 40. Me alegra por mí y por todas mis compañeras pero, sobre todo, por el público, porque tiene derecho a que le cuenten historias reales y a poder identificarse con todo tipo de personajes. Entonces miro al pasado y lo que siento es mucha gratitud.
– Con ese curriculum, ¿qué papel le falta?
– Todos, yo siento que estoy empezando.
– ¿Sin vocación sería imposible tener esa sensación?
– Exacto, y con este personaje he podido identificarme en cómo vive su vocación y cómo la contagia.
– ¿El cuerpo le pide algo de comedia después de tanta tragedia?
– Yo estoy loca por hacer comedia, te lo digo así, loca, deseando, pero si tiene que ser será y si no ya vendrá otro drama maravilloso. Gratitud, siempre.
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