Las bodegas fuerzan a ABRA a recuperar el nombre de Rioja Alavesa y piden elecciones

De esta manera, la actual junta directiva queda en entredicho y de hecho más de 30 firmas presentaron este jueves un escrito solicitando la convocatoria en un mes de una nueva asamblea general para «someter a renovación o ratificación los cargos» actuales -con el presidente Saúl Gil Berzal y la vicepresidenta Itxaso Compañón a la cabeza- y «si procediera, convocar nuevas elecciones». El malestar entre un importante grupo de bodegueros con quienes dirigen ABRA es evidente y este jueves volvió a quedar de manifiesto.

Consideran que el cambio de estatutos aprobado también en abril, al mismo tiempo que el de ABE por ABRA y al que ahora se da marcha atrás, «modifica la razón de ser de lo que ha sido siempre nuestra asociación de bodegas familiares de Rioja Alavesa», aseguran algunos críticos con la actual junta. El nuevo ámbito de actuación que pretendían con Bodegas de Euskadi para permitir la incorporación en el colectivo de los productores de txakoli de Álava, Bizkaia o Gipuzkoa «también podía suponer que entraran vinos de mesa y eso entendemos que no es bueno para ABRA».

La revisión, modificación «o en su caso revocación de los últimos estatutos», es otra de las reclamaciones que hacen la treintena de bodegas contrarias con la gestión de la directiva. Asimismo, solicitan en su escrito estudiar las cuotas anuales de los socios.

La asamblea de este jueves volvió a ser multitudinaria, como la de hace un mes y en la que los bodegueros forzaron esta cita para abordar el cambio de nombre. La nomenclatura de Asociación de Bodegas de Euskadi generó una polémica en la comarca y también trascendió al ámbito institucional. Porque tanto la Diputación alavesa como el Gobierno vasco reaccionaron en contra y tildaron de «incomprensible» la decisión de ABRA de perder el nombre de 'Rioja Alavesa'. El diputado general, Ramiro González, y la consejera de Desarrollo Económico, Arantza Tapia, entendieron que ese cambio redundaba de manera negativa y hacía perder valor.

Tampoco las bodegas de txakoli de la Denominación de Origen alavesa se mostraron a favor de su entrada en ABE. «No hay interés en sumarnos a Bodegas de Euskadi», confesó el gerente, Josean Merino, en una entrevista concedida a este periódico.

La búsqueda de mayor proyección en los mercados nacionales e internacionales, ganar peso ante las instituciones y conseguir más financiación figuraban entre los objetivos de la junta directiva para argumentar el cambio de nombre. Pero una amplía mayoría de bodegas les ha forzado a dar marcha atrás.