Belén Rueda: «Vitoria aparece en pantalla con una iluminación preciosa»

- ¿Hay que desechar un poco esa idea de que la película son reproducciones fieles de novela?

- No hay que desecharla un poco, hay que desecharla totalmente. Porque una cosa es un libro, donde te permites desarrollar esos personajes a nivel mental y emocional. Ahí puedes contar la historia de muchos personajes para que se entienda la de los principales, pero eso no lo puedes hacer en una película de ficción porque tienes dos horas. Hay que cambiar la idea de que una adaptación de una novela es contar lo que pone en el libro. El otro día un amigo mío me dijo una cosa bonita: la adaptación de un libro a una película es como tener la misma música cambiando la letra. Y es cierto, tienes que tener la misma emoción, pero lo cuentas de forma diferente.

- En 'El cuerpo' le había tocado el papel de víctima. Ahora como policía.

- Sí, es la primera vez y me hacía mucha ilusión. Hemos tenido mucha suerte en ese sentido porque la Ertzaintza nos ayudó muchísimo y estuvimos charlando con ellos durante bastante tiempo. Además, durante el rodaje teníamos su teléfono para llamarlos si lo necesitábamos para cualquier duda.

- ¿Recurrió a ese teléfono?

- La verdad es que sí. Cuando se montaban los dispositivos para la película de cerrar calles era yo la que daba las órdenes como subcomisaria, así que alguna vez les llamé para preguntarles qué es lo que se dice por el 'walkie' exactamente en ese momento. Fue muy interesante porque cuando hablas con gente que ejerce la profesión de tu personaje se crea un vínculo especial.

- En la película se repiten las carreras nocturnas por el Casco Viejo junto a Javier Rey (Kraken). ¿Se ha aficionado a correr?

- Yo realmente soy muy deportista, pero correr no es lo mío. Hago bicicleta, me encanta esquiar, me he aficionado al surf hace poco. Pero correr, correr (risas) no es lo que más me gusta.

- Tuvo una pequeña lesión.

- Sí, pero tenéis unos médicos maravillosos allí en Vitoria (risas). Les dije que me pincharan algo porque quería seguir corriendo y me dijeron que tenía que esperar para ver qué era. Fue una rotura de fibras, pero me curaron enseguida.

- Experiencias no han faltado...

- No. Ha habido otras especiales, como rodar en lugares como los tejados de la Catedral Nueva. Realmente hemos estado rodando en lugares muy especiales y bonitos. En la película se muestra una Vitoria con una iluminación preciosa.

- Es una intriga, pero también hay un romance. ¿Cuánto de protagonista es la relación de la subcomisaria Alba con Kraken?

- Es un protagonismo clave pero no está en primera fila, no es lo primero que se ve. Entre ellos hay una chispa especial que puede con todo.

- ¿Se ve al otro lado de la cámara, como directora?

- Bueno... le tengo mucho respeto. Aunque todo va hacia el mismo sitio que es una película, tengo mucho respeto a cada uno de los sectores que permiten que las películas lleguen a su fin. Pero no lo descarto, la verdad.

- ¿Tiene algo entre manos?

- No, de momento no.